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EFE-WASHINGTON/LAHORE El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, instó ayer a su homólogo paquistaní, Pervez Musharraf, a que convoque elecciones libres en su país, después de que el Gobierno de Islamabad anunciara que no decretará el estado de excepción.

Bush dejó clara la posición de su país en una rueda de prensa ofrecida antes de irse de vacaciones a Maine, al decir que espera que Musharraf «celebre elecciones libres y justas». «Eso es de lo que hemos hablado con él y esperamos que haga», recalcó el presidente estadounidense.

Por otra parte, Musharraf, descartó ayer la imposición del estado de excepción y garantizó la celebración de elecciones «libres y transparentes» para sacar al país de la inestabilidad.

Esa medida probablemente habría retrasado las elecciones, que aún no se han convocado oficialmente. No obstante, horas después, la oficina de prensa de Musharraf anunció que no tomaría esa medida extraordinaria. Una fuente próxima al Gobierno pakistaní en Islamabad atribuyó la decisión a presiones de Estados Unidos.

La decisión de Musharraf llegó tras consultas mantenidas con sus principales asesores y supuso un desmentido de versiones oficiosas anteriores de las que se hacía eco ayer toda la prensa del país.

En un comunicado, la oficina de prensa de Musharraf dijo que éste era ya «reticente» a declarar el estado de excepción, pero que ha estado «bajo presión» de sus aliados y asesores para adoptar esa medida que le hubieran dado poderes extraordinarios para restringir los derechos de asociación y censurar a la prensa.