La justicia chilena aprobó ayer una histórica extradición del ex presidente peruano Alberto Fujimori, que en un hecho inédito en América Latina deberá regresar a su país para enfrentar cargos de abusos a los derechos humanos y corrupción durante su mandato.
Después de permanecer 22 meses detenido en Chile, la Segunda Sala de la Corte Suprema aprobó el envío de Fujimori a Lima por dos casos de abusos a los derechos humanos y cinco de corrupción, en un fallo inapelable por el ex mandatario de 69 años de edad. La resolución fue notificada por un funcionario judicial a Fujimori en el resguardado condominio Hacienda Chicureo, en las afueras de la capital chilena, donde se mantenía bajo arresto domiciliario mientras el Gobierno coordinaba las acciones para su salida del país.
Tras conocer el fallo, el primero de este tipo en Latinoamérica, Fujimori admitió que no estaba sorprendido con la resolución y aseguró que demostrará en los procesos judiciales en Perú que actuó correctamente. «Hubiera deseado, por supuesto, en mi cálculo estaban cuatro son siete (los cargos para su extradición), pero tengo la certeza y la seguridad de poder enfrentar estos procesos y salir airoso», dijo Fujimori a la radio peruana RPP desde Santiago.
«Estoy preparado física y mentalmente para enfrentar está situación», agregó más tarde al canal de televisión CNN. El ex mandatario de todos modos reconoció «fallas garrafales» en la administración de su Gobierno entre 1990 y el 2000.
Mientras los simpatizantes del ex mandatario lo consideran un héroe por acabar con la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, sus críticos lo acusan de haber matado a miles de opositores políticos a su régimen y de haberse enriquecido en el poder. A nivel de Gobiernos, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, llamó por teléfono a su homólogo peruano, Alan García, para asegurarle que se hará cumplir la resolución judicial en momentos que la mandataria viajará a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas.
«Le informamos del fallo de extradición y acordamos que las instancias bilaterales se pondrían de acuerdo en la forma de proceder una vez que la justicia terminara toda su tarea», dijo Bachelet a periodistas. «(La justicia chilena) ha tomado una decisión que le ha parecido la mejor, en la cual ha considerado que siete de las causas han tenido mérito para otorgar la extradición. Lo ha hecho en coherencia, con una cierta consideración de los temas de derechos humanos», agregó.
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