El soldado birmano que mató al fotógrafo japonés Kenji Nagai le apunta con su fusil. Foto: STRINGER/REUTERS

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EP/AP-TOKIO Al menos diez personas, entre ellas un fotógrafo japonés, murieron y otras once resultaron heridas ayer como consecuencia de los disparos realizados por las fuerzas de seguridad birmanas para reprimir las protestas antigubernamentales en Rangún, según ha admitido la propia Junta Militar. Mientras, la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) expresó su «repulsa» al ministro birmano de Asuntos Exteriores, general Nyan Win, y Estados Unidos anunció la imposición de sanciones económicas contra 14 miembros de la Junta Militar birmana, incluido su líder, general Than Shwe.

El Gobierno japonés se apresuró a responsabilizar a la Junta Militar de la muerte del cámara Kenji Nagai, de 50 años, que trabajaba para la agencia APF y llevaba dos días en Rangún cubriendo las protestas. El nuevo ministro de Exteriores japonés, Masahiko Komura, que se reunió ayer con la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y afirmó que Japón considera a Birmania «estrictamente» responsable de la muerte del periodista.

El secretario de gabinete nipón, Nobutaka Machimura, indicó en Tokio que Japón presentará una protesta formal ante Birmania por lo sucedido. «Protestamos firmemente contra el Gobierno birmano y reclamamos una investigación» sobre la muerte del periodista japonés, afirmó, citado por la agencia Kiodo. «Pedimos (a la Junta Militar) que adopte las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos japoneses en ese país», añadió.

El miércoles, la Junta había admitido la muerte de un civil durante la represión policial contra la que ya ha sido llamada 'Revolución Azafrán' por el color de las túnicas de los monjes budistas, promotores de los últimos diez días de protestas en el país, a los que cada vez se han ido sumando más ciudadanos.

Durante la jornada de ayer, los soldados del Ejército birmano dispararon con ametralladoras contra la multitud después de que miles de manifestantes ignoraran las órdenes de dispersarse cerca de un puente en el río de Pazundaung, en la parte este de la capital. Según informaron testigos presenciales a AP, cinco hombres fueron detenidos y duramente golpeados.

Previamente, se había informado de que se habían llevado a cabo registros durante la noche en seis monasterios budistas. Según testigos, citados por la BBC, los soldados rompieron las ventanas y las puertas y golpearon a los monjes, que estaban durmiendo, llevándose a cientos de ellos en camiones militares. En las protestas de ayer se apreció una menor presencia de monjes.