Ciudadanos de Corea del Sur, al igual que del resto del mundo, se solidarizan con la población birmana. Foto: HAN JAE-HO/REUTERS

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EFE-BANGKOK La Junta Militar de Birmania reprimió ayer de nuevo con dureza las manifestaciones protagonizados en Rangún por miles de birmanos alentados por la llegada al país del enviado especial de las Naciones Unidas, Ibrahim Gambari. En las calles de Rangún, que amanecieron tomadas por cientos de soldados y con el aspecto de un campo de batalla, sonaron otro día más los disparos efectuados por los soldados cada vez que la gente intentaba organizar una protesta.

Un niño murió y dos hombres resultaron heridos al ser alcanzados por las balas, según indicaron fuentes del hospital de Kyimyidine, en Rangún, a radio Mizzima. Al menos 16 personas han muerto desde que el pasado miércoles el Gobierno militar sacó las tropas a las calles de Rangún y de otras ciudades para reprimir las protestas pacíficas, que, según la versión oficial, arrojan un saldo de 10 víctimas mortales.

Pero diplomáticos y testigos aseguran que la cifra de muertos es mucho mayor, y hablan de cientos de personas abatidas a tiros en el mismo escenario de las matanzas de 1988, cuando 3.000 activistas democráticos fueron acribillados a balazos.

Después de numerosos conatos de protesta, miles de personas (entre 2.000 y 10.000 según diversas fuentes de la disidencia) fueron dispersadas ayer con disparos y gases lacrimógenos, después de conseguir marchar juntos unos cientos de metros por la céntrica calle Comercio. Cientos de manifestantes se reagruparon cerca del mercado de Theingyi, pero de nuevo los cuerpos de seguridad, bastón o rifle en mano, cargaron contra ellos.

Estas acciones de protesta fueron desbaratas el mismo día de la llegada a Birmania del enviado especial de las Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, con la misión de convencer a la Junta Militar para que ponga fin a la violencia.

A su llegada al aeropuerto de Rangún, Gambari se reunió casi de inmediato con funcionarios de Naciones Unidas y, según relata un comunicado oficial, viajó a continuación a Napydaw, la nueva capital administrativa del país asiático y reducto de la Junta Militar, situado a unos 400 kilómetros al norte de Rangún.