Disparidad de opiniones a la consideración como genocidio, por parte de la Comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense, a las muertes de miles de armenios durante la Primera Guerra Mundial a manos del Ejército otomano. Mientras Armenia aplaudió ayer esta decisión, que pasa la pelota al Pleno parlamentario, el Ejecutivo turco advirtió a la Administración americana, a quien considera «amigo» y «aliado», de que esta iniciativa hará «más difíciles» las relaciones diplomáticas .
La Administración de George W. Bush se apresuró a calmar los ánimos turcos una vez que la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso aprobó la consideración por 27 votos a 21. Quizás previendo las críticas que les lloverían, tanto el subsecretario de Estado, Nicholas Burns, como la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, se comprometieron a hablar ayer con líderes turcos.
El Ministerio turco de Asuntos Exteriores remitió un comunicado en el que tachó de «movimiento irresponsable» la iniciativa estadounidense. «En un momento tan sensible», esta actuación «hará que las relaciones entre un amigo y un aliado, y una alianza estratégica cultivada a lo largo de generaciones sean más difíciles».
Para Turquía, EE UU no debería «reescribir la historia distorsionando una materia que concierne específicamente a la historia común de turcos y armenios». La descripción de genocidio aprobada en Comisión deberá ser respaldada ahora por el Pleno de la Cámara de Representantes. Desde Ankara, se ha negado siempre la calificación de genocidio a la deportación forzosa y masacre de entre un millón y millón y medio de armenios a principios del siglo XX.
La prensa mantuvo ayer esta postura con titulares del estilo «27 americanos estúpidos» en el diario 'Vatan' o «La resolución del odio», en 'Hurriyet'».
El presidente turco, Abdullah Gul, afirmó que tanto esta «inaceptable decisión, como sus predecesoras, no tiene validez para que la nación turca la respete», en declaraciones aparecidas en la cadena 'BBC'. Y es que precisamente el 12 de octubre del año pasado, la Cámara Baja del Parlamento francés aprobó por mayoría un proyecto de ley que convertía en crimen la negación del genocidio armenio en 1915 a manos de los turcos otomanos.
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