El presidente iraquí, Jalal Talabani (d), y el ministro de Exteriores turco, Ali Babacan (i), ayer en Bagdad. Foto: EFE

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EFE-BAGDAD El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, calificó ayer al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), de grupo terrorista y ordenó el cierre de sus oficinas en Irak. «El PKK es una organización terrorista nociva y hemos tomado la decisión de cerrar sus oficinas y de no permitirle trabajar en Irak», aseguró Al Maliki durante una reunión con el ministro de Exteriores turco Ali Babacan en Bagdad, según un comunicado de la oficina del jefe del Gobierno.

Según la nota, el primer ministro iraquí subrayó, además, que «trabajaremos con todos los medios posibles para limitar sus actividades terroristas que amenazan tanto a Irak, como a Turquía». Asimismo el responsable iraquí mostró la determinación de su gobierno de mantener las mejores relaciones posibles con su vecino turco.

Maliki hizo también hincapié en que Irak no permitirá que «organizaciones terroristas utilicen el territorio iraquí como base para dañar nuestras relaciones con un país vecino y los intereses comunes».

Asimismo, subrayó la importancia del rol que pueden jugar en la crisis la comisión iraquí-turca y el comité integrado por Irak, Turquía y EEUU, por lo que se mostró contrario a barajar la opción militar (turca) como la única alternativa para terminar con el contencioso.

La crítica posición mostrada por Maliki contra el PKK contrasta con la del presidente iraquí Yalal Talabani, de etnia kurda, que el lunes sólo se limitó a pedirle al grupo separatista que renuncie a la violencia y opte por la vía pacífica. La decisión de cerrar las oficinas de PKK puede no tener efecto práctico, ya que el Kurdistán iraquí tiene un gobierno autónomo.