TW
0
EFE-VIENA El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) certificó ayer en su último informe sobre el programa atómico de Irán que este país ha terminado de instalar casi 3.000 centrifugadoras nucleares. En el informe se asegura que desde 2006 el OIEA no ha recibido el mismo flujo de información que obtenía con anterioridad de Teherán, por lo cual su «conocimiento sobre el actual programa nuclear de Irán esta menguando».

También se confirma que, al contrario de lo exigido por el Consejo de Seguridad de la ONU, Teherán sigue adelante con sus actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio y avanza en la construcción de un reactor nuclear de agua pesada. Sobre los modelos de centrifugadoras de origen paquistaní, las P-1 y las P-2, el OIEA asegura que la información dada por los iraníes es «consistente» con los datos que tiene la agencia nuclear de la ONU.

«Irán ha dado acceso suficiente a individuos y ha respondido de forma puntual a las preguntas» planteadas por los funcionarios de la ONU, se indica en el texto.

«Irán ha cumplido con el calendario acordado», pero «la cooperación (iraní) ha sido más reactiva» que producto de una decisión voluntariamente tomada, afirmó una fuente diplomática que conoce el texto.