TW
0
EUROPA PRESS-PARÍS/BERLÍN Alemania sufrió ayer la mayor huelga ferroviaria de su historia, en la que se vieron afectados millones de viajeros. De madrugada, lo que comenzó siendo una sucesión de paros en el transporte de mercancías en demanda de mejoras salariales, se extendió también a los convoyes de pasajeros, que nacieron con la previsión de durar 48 horas. Especialmente significativo fue la repercusión de la huelga en el este de Alemania, donde el sindicato de maquinistas GDL es más fuerte.

Con esta medida, la agrupación de maquinistas de pasajeros se sumó a los de mercancías, que comenzaron sus paros el miércoles, para hacer fuerza de cara a lograr una subida salarial. El GDL adoptó esta decisión a las 2.00 horas, anunciando que la extendería 48 horas.

El operador ferroviario, Deutsche Bahn, señaló que tan sólo circulaban ayer 10 trenes regionales en el este de Alemania, debido a que se trata de una zona donde el GDL tiene gran peso. Sin embargo, dos tercios de los trenes de alta velocidad de InterCityExpress circulaban con normalidad.