Los usuarios del metro se amontonan en la estación parisina de Saint Lazare.

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EUROPA PRESS-PARÍS Los sindicatos franceses suspendieron ayer la huelga en el sector del transporte público, poniendo así fin a nueve días de pesadilla para miles de usuarios, que han hecho gala de grandes dosis de imaginación y paciencia para acudir cada día a sus puestos de trabajo.

Justo un día después de que arrancaran las negociaciones tripartitas sobre la reforma de los regímenes especiales de jubilación, las asambleas generales de los trabajadores afectados votaron mayoritariamente la vuelta al trabajo. No obstante, se cierne la amenaza de una nueva huelga antes de Navidades si el resultado de la ronda negociadora no es satisfactorio.

El Ejecutivo ha dado a empresas y centrales sindicales un mes para lograr un acuerdo que no debe en ningún caso cuestionar la base de la reforma, es decir, elevar a 40 años el tiempo de cotización para tener derecho a una pensión completa. Ahora, los trabajadores de las empresas públicas afectadas cotizan 37'5 años.