Las fuerzas de seguridad egipcias dispersan a la muchedumbre del paso de Rafah con cañones de agua. Foto: EFE

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AGENCIAS-EL CAIRO/DAMASCO

Ciudadanos contra policías en Rafah. Las autoridades egipcias decretaron ayer el cierre de este paso, que une el país de los faraones con el martirizado enclave de Gaza, después del peregrinaje de miles de palestinos más allá de la Franja para suplirse de los productos básicos y hacer frente así al bloqueo israelí. En consecuencia, las fuerzas de El Cairo respondieron con presión sobre la masa palestina, utilizando también cañones de agua. Sin embargo, milicianos de Hamas abrieron nuevos boquetes en la valla con excavadoras, para evitar el toque de queda impuesto para las 19.00 horas en los relojes locales, momento en el cual todo palestino debería haber regresado de Egipto.

«Hermanos palestinos, volved rápidamente a la frontera». Mensajes como éste salían de los altavoces de los coches de la Policía y se escuchaban también en la ciudad costera de El Arish, y suponían el fin de la manga ancha de Egipto con los palestinos, que desde el miércoles pudieron abandonar de la Franja de Gaza para obtener productos de primera necesidad en la zona más cercana al otro lado de la frontera, en respuesta al bloqueo israelí impuesto el pasado día 17.

Las advertencias sonoras se desarrollaron sobre el terreno con intentos de bloqueo de la entrada por parte de la seguridad egipcia, que cargaban contra los congregados en todos los puntos derribados. Los agentes incluso utilizaron disparos al aire y cañones de agua para dispersar a la muchedumbre, en vista de que los intentos de colocación de la alambrada eran respondidos desde Gaza con palos y más presión. Según informaciones de la agencia 'Maan' recogidas por Otr/press, la situación llevó a milicianos de Hamas, movimiento que controla militar y administrativamente la Franja, a servirse de excavadoras para abrir nuevos agujeros en la valla fronteriza a Egipto y así reunir más dinero.

Entretanto, Israel confía en no sufrir la misma presión en el resto de pasos de la frontera de Gaza y que sí controla, algo que no sucede con el de Rafah. Por ello, el ministro de Defensa, Ehud Barak, ordenó hoy el «estado de alerta» para los soldados custodios de Erez. Les instó a utilizar «los métodos más contundentes» con el objetivo de evitar ataques.