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OTR/PRESS-BELGRADO/PRISTINA Belgrado estaba llamada ayer a una manifestación bajo el lema 'Kosovo es Serbia', en protesta por la independencia unilateral de la ex región decretada el domingo. Con la ausencia del presidente serbio, Boris Tadic, unos 200.000 ciudadanos reclamaron la atención internacional, la inmensa mayoría pacíficamente, aunque eclipsados por grupos de exaltados que con un violento asalto a la Embajada de Estados Unidos incendiaron varias dependencias y considerables daños materiales al grito de «Serbia, Serbia».

Tras el incendio, fue hallado en el interior un cadáver carbonizado. Hasta el momento, se trata de la única víctima mortal de la violencia desatada contra las embajadas de países que han reconocido a Kosovo. A la concentración convocada por el Parlamento frente a la Asamblea Nacional estaban llamados todos los serbios contrarios a la separación unilateral de Kosovo tras la pancarta 'Kosovo es Serbia'. Unos 200.000 ciudadanos respondieron a la llamada, también respaldada entre otros por el primer ministro, Vojislav Kostunica.

La ausencia más destacada fue la del presidente Tadic, que aunque de visita oficial en Rumanía, ya había expresado un día antes su descontento por que la separación haya comenzado a utilizarse «para promocionar a los partidos» o «con propósitos políticos». Kostunica fue el primero en dirigirse a los manifestantes desde un escenario para recordar que «Kosovo pertenece a Serbia y a los serbios» y «no hay ninguna amenaza o castigo que sea lo suficientemente fuerte para que Serbia renuncie a Kosovo».