En la imagen, el presidente de Venezuela, Hugo Chavez, canta con los rehenes liberados en el Palacio de Miraflores en Caracas (Venezuela). Foto: REUTERS

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OTR/PRESS

La liberación el miércoles de cuatro ex congresistas colombianos en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reveló el dramático estado de salud de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada desde hace años. El primer ministro francés, Francois Fillon, advirtió que es «cuestión de semanas» que fallezca a causa de una hepatitis crónica.

Por ello, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, se ofreció para ir en persona a la selva colombiana, al tiempo que pidió a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, que use su influencia para lograr la liberación. Entretanto, a Betancourt se le agotan las fuerzas y así lo hace ver en sus últimas cartas, en las que llega a calificar la muerte como «una opción dulce».

Los rehenes entregados el miércoles llegaron con muy malas noticias respecto al estado de salud de la ex candidata presidencial franco-colombiana. Hablan de cómo se ensañan los guerrilleros con ella y de hasta qué punto la hepatitis crónica que sufre la está consumiendo. Fillon lamentó que, de no hacerse nada por concluir este cautiverio que ya se extiende por ocho años. El primer ministro francés estimó que es «cuestión de semanas» que fallezca.

Por ello, desde distintas partes del mundo han surgido voces de protesta, como la de Chávez o Sarkozy. Ambos presidentes instaron a la guerrilla a llevar a cabo nuevos gestos. De hecho, Sarkozy se ofreció para ir en persona a la frontera entre Venezuela y Colombia, dado que «es cuestión de vida o muerte, una cuestión de urgencia humanitaria», como lamentó desde Ciudad del Cabo. Asimismo, se dirigió a su homólogo venezolano para «usar toda su influencia y salvar la vida de Ingrid Betancourt» en «una carrera contra la muerte». «No se puede esperar más», agregó.

Por su parte, Chávez afirmó que desde su gobierno se seguirá «luchando por la liberación de todos los retenidos». «Prometo que hoy mismo enviaré un mensaje a Manuel Marulanda (jefe de la guerrilla) para buscar la liberación de Ingrid Betancourt y de todos», recalcó en presencia de los cuatro ex congresistas liberados el miércoles. Posteriormente, urgió a Marulanda a llevarla a «un comando más cercano».