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AGENCIAS-ANKARA Las tropas del Ejército turco se retiraron ayer del norte de Irak tras ocho días de operación militar contra el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas en un comunicado. La cúpula castrense explicó que, durante la incursión, murieron 240 militantes del PKK y se destruyeron las infraestructuras de la organización armada, principalmente en torno a la base de Zap, por lo que los objetivos planteados fueron «cumplidos».

En las filas del Ejército turco, 30 personas fallecieron, 6 de ellas paramilitares de la guardia rural (kurdos leales a Ankara), aunque el PKK aseguró haber matado a más de un centenar de soldados. El comunicado castrense subrayó que el fin de la misión no era la total neutralización del PKK, pero «mostró a la organización que el norte de Irak no es un lugar seguro para terroristas».

La retirada de tropas fue observada con sorpresa por los turcos, que aún se preguntan a qué razón obedece. En respuesta a los rumores que afirmaban que la retirada se produjo ante las advertencias de Estados Unidos, el comunicado del Estado Mayor del Ejército turco añadió que «el inicio y el final de la operación fue decidido por nosotros en base a razones y necesidades militares».