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Venezuela volvió a abrir ayer las rutas comerciales con Colombia en la senda de la reconciliación que hace menos de 24 horas sellaron sus respectivos presidentes, Hugo Chávez y Alvaro Uribe, con un apretón de manos en Santo Domingo.

Se trata de la primera medida para ratificar el fin de una crisis de cinco días en la que se colapsaron las relaciones diplomáticas y Chávez ordenó la movilización «defensiva» de tropas hacia la frontera, tras el ataque colombiano contra las FARC en territorio ecuatoriano.

El ministro venezolano del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, destacó ayer que la situación en la frontera «tiende a normalizarse en las relaciones comerciales, en cuanto a comercio exterior, en cuanto a suministro de gasolina, todo tiende hacia la normalidad; mejor dicho, no es que tiende a normalizarse, ya está normal».

En declaraciones a la prensa, dijo que, superada la crisis en la Cumbre del Grupo de Río en República Dominicana, las medidas venezolanas de restricción al comercio con Colombia fueron suspendidas.

«Tenemos en el país realmente un clima de tranquilidad, de confianza, de normalidad cuando han disminuido las tensiones que se habían originado por el incidente diplomático», insistió.

En declaraciones en Santo Domingo, antes de viajar sin anuncio previo a Cuba, Chávez comentó: «"Nosotros no llegamos a la ruptura (de relaciones con Colombia) de manera formal, así que voy a llegar (a Caracas) y me reuniré con mi canciller, el ministro de Defensa y vamos a comenzar a desescalar y que las aguas vuelvan a su curso».

La violación hace una semana del territorio de Ecuador por tropas de Colombia, en una acción que dejó una veintena de muertos en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que Chávez consideró podía repetirse contra su país por «orden del imperio estadounidense», lo llevó a adoptar una serie de medidas que dejaron la relación con el país vecino al filo de la ruptura total.