El primer ministro serbio, ayer durante la rueda de prensa en la que hizo pública su renuncia. Foto: REUTERS

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EFE-BELGRADO

La independencia unilateral de Kosovo y su reconocimiento por varios Estados de la Unión Europea y Estados Unidos ha llevado al colapso al Gobierno serbio, en el que surgieron los desacuerdos sobre el futuro de un rumbo proeuropeo del país.

El primer ministro, Vojislav Kostunica, propuso ayer elecciones parlamentarias anticipadas para poner fin a una persistente crisis en su Gobierno sobre el acercamiento a la UE y las diferencias sobre Kosovo, y adelantó que si no hay acuerdo en el Gobierno sobre los comicios, presentará su dimisión, pero en ese caso la votación tendría lugar después de mayo, debido a diferentes procedimientos requeridos por ley.

Según Kostunica, el Gobierno ya no tiene una política única sobre Kosovo, provincia serbia que se autoproclamó independiente el 17 de febrero, y que ha sido reconocido hasta el momento por casi 30 países, entre ellos potencias como Estados Unidos, Alemania, Francia y el Reino Unido. «Debemos devolver el mandato al pueblo» para que decida sobre la mayoría parlamentaria, dijo el primer ministro, tras proponer celebrar las elecciones el 11 de mayo, coincidiendo con las elecciones municipales en Serbia.

«El Gobierno no tiene una política única. No la tiene en torno al futuro del país, en concreto sobre Kosovo como parte integrante de Serbia. El Gobierno que no tiene una política única no puede funcionar. Esto es su fin», indicó Kostunica.

Anunció para el próximo lunes una sesión del Gobierno para que decida sobre la disolución del Parlamento y puedan convocarse elecciones parlamentarias anticipadas.