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EFE-WASHINGTON El presidente de EEUU, George W. Bush, reconoció el alto coste económico y en vidas que ha provocado la guerra de Irak, iniciada hace hoy cinco años, pero dijo que la invasión fue una decisión acertada y necesaria que no lamenta. «Nadie puede discutir que esta guerra ha tenido un alto coste en vidas y en dinero, pero esos costes eran necesarios cuando consideramos el coste que tendría la victoria de nuestros enemigos en Irak», dijo Bush en un discurso pronunciado en el Pentágono. La guerra de Irak, en la que han muerto casi 4.000 estadounidenses, se ha convertido en uno de los mayores quebraderos de cabeza para la administración Bush, no solo por el alto coste económico, más de 400.000 millones de dólares, sino también por el creciente rechazo que existe en la sociedad estadounidenses.

Ayer mismo, grupos de pacifistas y activistas de todo el país han convocado concentraciones y manifestaciones en las grandes ciudades, para pedir el fin de la contienda y exigir responsabilidades. En la capital estadounidense, 32 personas fueron detenidas cuando intentaron bloquear la entrada del servicio de recaudación de Hacienda (IRS). Este sentimiento antibélico que vive buena parte del país se ha traducido en una fuerte caída en la popularidad del presidente, cuyo nivel de aceptación no sobrepasa el 26 por ciento, según datos de una encuesta de la empresa Zogby conocida ayer. Además, siete de cada diez estadounidenses culpa a la contienda de la mala situación que atraviesa la economía.