El presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pottering, ayer en rueda de prensa. Foto: HORACIO VILLALOBOS/EFE

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EUROPA PRESS-ESTRASBURGO El pleno de la Eurocámara reclamó ayer a Italia poner fin a la recogida de las huellas dactilares de los gitanos, incluido de niños y ancianos, que está llevando a cabo con el objeto de elaborar un censo de gitanos que viven en el país, y el fin de sus políticas discriminatorias contra este colectivo étnico.

Además, los eurodiputados pidieron a la Comisión Europea que analice la compatibilidad de estas medidas con la legislación europea contra la discriminación por motivo de sexo, etnia o religión en la Unión Europea.

Los eurodiputados aprobaron en sesión plenaria una resolución no vinculante -con los votos a favor de 336 eurodiputados, 220 en contra y 77 abstenciones- en la que reclaman garantizar la integración de este colectivo en el conjunto de la Unión Europea.

Septiembre
El Grupo Popular Europeo y Demócratas Cristianos no lograron que prosperara su moción para retrasar la votación de esta resolución hasta septiembre, a la espera de que las autoridades italianas remitan antes de finales de este mes un informe detallado a la Comisión sobre el objetivo del censo que quieren realizar. La moción finalmente fue rechazada por 316 votos frente a 296 a favor de retrasarla y con 14 abstenciones.

En el documento adoptado, la Eurocámara insta a las autoridades italianas a «abstenerse» de recoger las huellas dactilares de los gitanos que viven en el país transalpino y a no utilizar las que ya han recogido por considerar que dichas acciones son discriminatorias y, por tanto, vulneran la Convención Europa de Derechos Humanos. El Ejecutivo comunitario de hecho ya ha expresado sus «dudas» de la legalidad de estas medidas del Gobierno italiano.