TW
0
EFE-ROMA El Consejo de Ministros italiano declaró ayer el estado de emergencia en todo el territorio nacional para afrontar el flujo de inmigrantes llegados al país en los últimos meses, que el Gobierno califica de «excepcional».

El Ejecutivo informó en un comunicado que, «con el objetivo de potenciar las medidas para contrarrestar y gestionar el fenómeno (de la inmigración ilegal)», el Consejo de Ministros ha aprobado, a propuesta del ministro de Interior, Roberto Maroni, la extensión a todo el territorio de la declaración del estado de emergencia.

Maroni manifestó que la medida responde a la necesidad de combatir el fenómeno de la inmigración clandestina, «ya que en el primer semestre de 2008 -dijo- se ha duplicado el número de llegadas con respecto al año anterior, con un total de 10.611 personas, frente a las 5.378 del mismo periodo de un año antes».

La decisión del Gobierno generó duras críticas en las filas de la oposición, que considera insuficientes las explicaciones facilitadas por el Ejecutivo para justificar la medida.

La portavoz en el Senado del Partido Demócrata (PD), Anna Finocchiaro, aseguró que este tipo de anuncio, «sin explicar el por qué se adopta una medida, sirve sólo para alimentar el sentimiento de miedo de los ciudadanos italianos».

El portavoz del PD en la Cámara de los Diputados, Gianclaudio Bressa, calificó la decisión de «abominable» . En esta misma línea, el gobernador de la región sureña de Puglia, el progresista Nichi Vendola, dijo que «nos estamos desplazando paso a paso fuera de la democracia, esta declaración del estado de emergencia es un pedazo de fascismo».