Un tanque del Ejército georgiano patrulla las calles de la localidad de Gori, en Georgia. Foto: EFE

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EFE-TIFIS

Los cruentos combates en la capital de Osetia del Sur, Tsjinvali, tomada ayer por las tropas georgianas, han dejado centenares de muertos, mientras Rusia ha lanzado una contraofensiva en defensa de los separatistas surosetas.

«Han muerto unas 1.400 personas. Este es el tercer genocidio del pueblo oseta cometido por Georgia», aseguró Eduard Kokoiti, líder separatista, a la agencia rusa Interfax. Los bombardeos rusos se cobraron la vida de al menos 30 georgianos pero las fuerzas de Georgia tienen ahora el control de la capital de Osetia del Sur y los alrededores, según anunció el presidente del país, Mijail Saakashvili, en un discurso televisado en directo.

La capital suroseta, de apenas 30.000 habitantes, ha quedado «prácticamente en ruinas» debido a los bombardeos de los aviones y la artillería georgiana, que han martilleado la ciudad desde anoche.

Entre los muertos se encuentran doce soldados de paz rusos, además de 150 heridos, desplegados en la zona para mediar en el conflicto desde hace más de quince años.

Ni georgianos, ni surosetas, que se acusan mutuamente de haber desatado las hostilidades, han respetado el comienzo de los Juegos Olímpicos en Pekín, acontecimiento deportivo durante el que los combates suelen cesar en muchas regiones en conflicto en el mundo.

«Agresión sin precedentes»

El líder georgiano, Mijaíl Saakashvili, el principal aliado de Estados Unidos en el Cáucaso, acusó a Rusia de «llevar a cabo una agresión abierta sin precedentes, que supone un desafío para el mundo entero».

«Si hoy no detenemos a Rusia, mañana sus tanques pueden estar en cualquier ciudad europea», apuntó.

En una buena muestra de sus intenciones, Tiflis anunció que retira de Irak a la mitad del contingente militar georgiano, integrado por unos 2.000 efectivos.

Ante el avance de las tropas georgianas, el ministerio de Defensa de Rusia envió refuerzos a Osetia del Sur para apoyar a las tropas de paz rusas y defender a los ciudadanos rusos que viven en esa región, es decir, casi la totalidad de los osetas.

Las agencias rusas cifraron en más de un centenar los carros de combate, blindados y piezas de artillería enviadas para reforzar a sus fuerzas de paz en Osetia del Sur.

Además, aviones rusos Su-24 atacaron territorio georgiano, «agresión militar» que llevó al presidente georgiano a movilizar a 100.000 reservistas.

Tres personas murieron en el bombardeo del aeródromo georgiano de Marneuli por aviones rusos, aseguró hoy a Efe Shotá Utiashvili, portavoz del ministerio del Interior.

«Rusia nos está bombardeando. Contra Georgia ha sido lanzada una agresión a gran escala», dijo Saakashvili, quien añadió: «Las bombas y los ataques no nos asustan. Resistiremos y venceremos».

Durante las incursiones rusas, las baterías aéreas y los pilotos georgianos afirman haber derribado cuatro aviones rusos, aunque el Moscú lo niega.