Los disturbios se suceden en Atenas. Foto: EFE

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OTR/PRESS-ATENAS

Grecia volvió a ser escenario ayer de nuevos disturbios coincidiendo con la huelga general, que paralizó el país, y tras la estela de los registrados en los últimos cuatro días a raíz de la muerte de un adolescente por un disparo de un agente que habría sido finalmente accidental. Ayer se registraron incidentes delante de la sede del Parlamento, donde se dirigieron los participantes de la manifestación convocada con motivo de la huelga general de ayer en protesta por la política económica del Gobierno. Los agentes apostados delante del edificio lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes, que respondieron lanzando piedras y artefactos incendiarios.

Horas después se produjeron incidentes similares en el exterior de la Universidad Politécnica de Atenas, donde se han registrado los disturbios más graves desde los sucesos del sábado pasado. Los estudiantes fueron ayer los protagonistas de la mayoría de los enfrentamientos en distintos puntos de la capital, incluido el centro, donde nuevamente volvieron a romper ventanas y escaparates.

La muerte del joven Alexis Grigoropoulos se ha convertido en una excusa tanto para los jóvenes como para otros sectores de la población para expresar su disconformidad con el Gobierno conservador de Karamanlis, que cuenta con una exigua mayoría de un escaño en el Parlamento y al que los sondeos colocan por detrás de la oposición.

Mientras, un fiscal griego ha ordenado el ingreso en prisión de dos policías en espera del juicio por el fallecimiento de Grigoropoulos. Uno de los policías ha sido acusado de asesinato mientras que el otro lo ha sido de complicidad. «Se ha ordenado que ambos ingresen en prisión en espera del juicio», indicaron las fuentes. Los juicios en Grecia pueden tardar varios meses en iniciarse.

Mientras, el informe balístico sobre la muerte del adolescente reveló ayer que éste falleció por una bala que rebotó contra algo antes de alcanzar su cuerpo, según anunció el abogado del policía imputado. «La investigación muestra que fue una bala rebotada (...) al final, fue un accidente» afirmó el letrado, Alexis Kougias.