Grandes columnas de humo se elevan sobre el este de la Franja de Gaza, donde los ataques continúan. Foto: ALI ALI/EFE

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EUROPA PRESS-JERUSALÉN

El Gobierno israelí y Hamás rechazaron ayer la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que llamaba al alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza y a una posterior retirada israelí de este territorio.

El primer ministro, Ehud Olmert; la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, se reunieron ayer para discutir sobre la resolución del Consejo de Seguridad y sobre los siguientes pasos a dar en el conflicto.

Después, el primer ministro anunció en un comunicado que Israel continuará con la operación 'Plomo Sólido' en la Franja de Gaza porque «con el fin de completar su misión, que es lograr un cambio en la situación de la seguridad en el sur de Israel».

Catorce de los quince países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron anoche la Resolución 1860, y EE UU, aliado de Israel, optó por no vetarla pero prefirió no votar.

Pero el 'número dos' del brazo político de Hamás, Musa Abu Marzuk, lo interpretó como una señal de que Washington pretende «dar más tiempo al enemigo».

Mientras, las operaciones terrestres, aéreas y marítimas del Ejército israelí continuaron hayer por decimocuarto día consecutivo. Durante esa jornada, la aviación atacó unos 70 objetivos, y la Marina prosiguió su actuación contra los milicianos palestinos, según la prensa israelí.

Menos de doce horas después de la aprobación de la resolución de la ONU, se conoció la muerte de otros 29 palestinos, lo que eleva a más de 780 el número total de fallecidos desde el 27 de diciembre, según el director de los Servicios de Ambulancias en el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás, quien añadió que hay más de 3.300.

Hasta el momento, el Ejército israelí ha confirmado la muerte de diez soldados, cuatro de ellos por 'fuego amigo'.