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EFE-BRUSELAS/MOGADICIO Una fragata de la Marina holandesa bajo mando de la OTAN liberó a veinte pescadores yemeníes que llevaban una semana secuestrados en su propio barco por piratas somalís, informaron ayer fuentes aliadas.

La liberación se enmarca en una «compleja operación» en la que los marinos capturaron a siete de los presuntos secuestradores, pero les pusieron en libertad después de un interrogatorio, debido a que la legislación holandesa no permite mantenerles retenidos.

La fragata puso fin a la semana de cautiverio del pesquero MT Handytankers Magic, de propiedad griega, y requisó las armas de los piratas.
Por otro lado, el barco con bandera belga Pompei sigue desaparecido frente a las costas de Somalia, después de lanzar una señal de socorro a las 04.30 hora española, lo que hace temer que sea una nueva víctima de los piratas que operan en el golfo de Adén. «A pesar de los muchos intentos, no se ha podido establecer ningún contacto hasta el momento con el barco. Los canales diplomáticos y militares tratan de paliar esta situación», aseguró el Gobierno belga en un comunicado.

En el navío belga, propiedad de la sociedad «TV Pompei» se encontraban el capitán (de nacionalidad holandesa), dos belgas, cuatro croatas y tres filipinos.

En estos momentos «parece desplazarse en dirección noreste, hacia las costas somalís», según el Gobierno federal belga. «Un contacto visual con el navío ha permitido confirmar la presencia de un segundo barco al lado del Pompei», afirmaba anoche un comunicado del gabinete de crisis que han formado varios miembros del Gobierno belga, entre ellos el primer ministro, Herman Van Rompuy.

Tras las alarmas silenciosas, la sociedad De Nul, del armador luxemburgués Jan de Nul, entró en contacto con el barco, pero la comunicación se interrumpió. Después, «a pesar de los muchos intentos, no se ha podido establecer ningún contacto hasta el momento con el barco» y «los canales diplomáticos y militares tratan de paliar esta situación».