El secretario de Estado estadounidense, Robert Gates, posa junto a sus homólogos surcoreano y japonés. Foto: HOW HWEE YOUNG/EFE

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CARLOS SANTAMARÍA-SINGAPUR

El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Robert Gates, anunció ayer que su país responderá si las ambiciones nucleares de Corea del Norte suponen una amenaza para EEUU o sus aliados, y acordó con Japón y Corea del Sur una vía de actuación multilateral.

«No nos quedaremos parados» mientras Pyongyang desarrolla su capacidad para sembrar la destrucción en esos países, señaló Gates en el discurso que pronunció en la conferencia asiática de seguridad, que centró los debates de los ministros de Defensa y que concluye hoy en Singapur.

El jefe del Pentágono no detalló cómo sería la respuesta e insistió en que Estados Unidos no contempla en estos momentos aumentar sus fuerzas en Corea del Sur o Japón, aunque subrayó: «Nunca aceptaremos a Corea del Norte como un Estado con armas nucleares».

Washington también se opondrá a que Pyongyang transfiera tecnología de su programa atómico a otras naciones o individuos como grupos terroristas, y si lo hace, «asumirá plenamente las consecuencias de sus actos», aseveró Gates.

Carrera armamentística

El secretario de Defensa estadounidense indicó que el programa atómico de Corea del Norte todavía no supone una amenaza militar directa para EEUU o sus aliados, pero acusó al régimen norcoreano de impulsar una carrera armamentista en Asia Oriental.

«Si siguen por ese camino, las consecuencias para la estabilidad de la región serán significativas», vaticinó Gates.

Comparó a Corea del Norte con Irán, aunque estimó que el programa nuclear del primero está más avanzado, y pidió «sanciones duras» para que ambos países acaten las normas internacionales.

De esta manera, Gates invitó al régimen norcoreano a decidir si quiere «seguir siendo un paria internacional o trazar un nuevo camino» que le aleje del aislamiento.

«El mundo está esperando», subrayó el responsable de la Defensa de EEUU.

China

Por su parte, China, otrora el mayor defensor de Corea del Norte y por lo general opuesta a sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, defendió la desnuclearización de la península coreana e instó a todas las partes a mantener la calma para cumplir ese objetivo.

Las dos naciones que más temen que el régimen de Kim Jong Il adquiera una bomba atómica, Corea del Sur y Japón, instaron a la ONU, en el marco de la conferencia de seguridad de Singapur, a castigar a Pyongyang, pero sin pronunciar la palabra «sanción».