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Israel autorizó ayer, haciendo caso omiso a las presiones de Estados Unidos, la construcción de medio millar de viviendas más en sus colonias de Cisjordania ocupada, una decisión que los palestinos calificaron de «desafío» a los esfuerzos internacionales para reactivar el proceso de paz. Según la prensa local, la medida trata de contentar a los colonos judíos ante una paralización de la ampliación de los asentamientos que Israel adoptaría durante la visita el próximo fin de semana a la región del enviado de EEUU para Oriente Medio, George Mitchell.

La autorización fue firmada por el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, y da luz verde para construir 455 casas en colonias cuya anexión pretende el Estado judío en una eventual reanudación de la negociación para la creación de un estado palestino independiente. La decisión se tomo en vísperas de la visita del ministro de Exteriores español, Miguel Àngel Moratinos, que se halla de gira por Oriente Próximo.

Unas 160 viviendas serán construidas en el bloque de Gush Etzion, en el distrito de Belén y al suroeste de Jerusalén; otras 190 en asentamientos que se sitúan alrededor de la ciudad santa; y un centenar más en la localidad de Modiin y el valle del Jordán. De esta forma el primer ministro Benjamin Netanyahu no contenta a nadie salvo a sus socios de Gobierno que destacan por su radicalidad.

El Gobierno israelí afirmó que los proyectos se localizan al lado de la Linea Verde aunque el secretario general del movimiento Paz Ahora, Yariv Oppenheimer, aseguró que «algunos están a decenas de kilómetros» de ese trazado, que separa Israel y Cisjordania.

«Los colonos han recibido del gobierno un buen regalo de Año Nuevo», recalcó Oppenheimer en alusión a la próxima celebración de esa festividad, de acuerdo con el calendario tradicional judío. La medida fue también criticada por el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, que la consideró «un serio desafío» a los esfuerzos de la comunidad internacional para poner fin al conflicto regional. Erekat subrayó que varios proyectos se levantarán «en asentamientos alrededor de Jerusalén Este», donde los palestinos exigen establecer la capital de su futuro Estado.