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MACARENA VIDAL-TOKIO El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró ayer que el ascenso de una China «fuerte y próspera» con una creciente influencia en Asia no representa una amenaza, sino una oportunidad para su país.

En un discurso ofrecido en Tokio antes de poner rumbo a Singapur, China y Corea del Sur, Obama buscó tender puentes hacia ese país y acallar los recelos que suscita en EEUU el crecimiento de la potencia comunista y que existen en China hacia la posibilidad de que Washington quiera limitar su expansión.

En este sentido, Obama aseguró que quiere una «cooperación pragmática» con China y no buscará «limitar» el ascenso de ese país.
«El ascenso de una China fuerte y próspera puede ser una fuente de fortaleza para la comunidad de naciones», indicó Obama, que dio la bienvenida a «los esfuerzos chinos por desempeñar un mayor papel en el escenario mundial». No obstante, matizó, «los dos países no vamos a estar de acuerdo cada vez».

Derechos humanos
Un ejemplo es la cuestión de los derechos humanos, donde aseguró que EEUU defenderá los «valores fundamentales» como el respeto a la religión y las culturas de los pueblos, porque «el apoyo a los derechos humanos y la dignidad del ser humano está en el corazón de EEUU».

«Apoyar los derechos humanos proporciona una seguridad duradera que no se puede adquirir de otro modo», sostuvo el presidente estadounidense, que subrayó que pese a los desacuerdos «podemos desarrollar estas conversaciones (con China) en un espíritu de cooperación y no de rencor».