Treinta días después de que el gobernador Andrew Cuomo ratifique la ley, los matrimonios podrán comenzar a llevarse a cabo, aunque instituciones religiosas y grupos sin fines de lucro con vínculos religiosos no serán obligados a realizarlos.
«Esta votación hoy enviará un mensaje a toda la nación. Esta es la manera de hacerlo, el momento de hacerlo es ahora y se puede lograr, ya no es un sueño o una aspiración. Creo que se verá una rápida evaluación», dijo Cuomo, quien cumple su primer año en el cargo, en una conferencia de prensa.
«Hemos alcanzado un nuevo nivel de justicia social», añadió.
La legislación también le otorga a las parejas homosexuales el derecho al divorcio.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, un defensor del matrimonio homosexual, dijo que la votación era un «histórico triunfo para la igualdad y la libertad».
«Juntos, hemos dado el siguiente gran paso en nuestro camino hacia una unión más perfecta», dijo el alcalde en un comunicado.
La asamblea estatal de Nueva York había aprobado la ley con cambios anteriormente en la jornada con una votación de 82-47.
Nueva York tiene una población de 19 millones de habitantes, más que el total de los cinco estados que hasta ahora permitían el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Conferencia Católica del Estado de Nueva York, que representa a los obispos del estado, criticó la legislación, diciendo que el matrimonio era una unión para toda la vida entre un hombre y una mujer.
«El Gobierno no tiene la autoridad para cambiar esta verdad básica», dijeron los obispos en un comunicado.
La lucha por el matrimonio gay en todos los estados se ha convertido en un polémico tema social de cara a las elecciones presidenciales y legislativas del 2012.
Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire, Vermont y el Distrito de Columbia permiten el matrimonio homosexual, mientras que Delaware, Hawái, Illinois y Nueva Jersey aprobaron las uniones civiles.
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