La policía detiene a un jóven durante una manifestación en contra del tercer mandato de Vladímir Putin en San Petersburgo. | MIKHAIL VOSKRESENSKY

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Miles de opositores rusos salieron a las calles de las dos principales ciudades del país para protestar por la apabullante victoria de Vladímir Putin en las elecciones presidenciales del domingo, manifestaciones que acabaron con centenares de detenidos.

«Exigimos comicios parlamentarios anticipados y ahora también presidenciales. Consideramos las elecciones del 4 de marzo fraudulentas e ilegítimas. Sus elecciones son una farsa», afirmó el liberal Vladímir Richkov durante un mitin en la histórica plaza Pushkin de Moscú.

Dirigentes

Los principales dirigentes del movimiento «Por unas elecciones limpias», organizador de la mayor ola de protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética, pidieron a Putin una urgente reforma del sistema político.

«Nosotros continuaremos nuestra lucha pacífica y no violenta, basada en la justicia y la libertad, hasta que logremos que se cumplan nuestras exigencias», dijo Richkov, citado por las agencias locales.

La presencia de dos o tres decenas de miles de manifestantes fue mucho menor de lo previsto por los organizadores, que confiaban en atraer a más de 100.000 personas, más aún al contar con autorización del Ayuntamiento, para obligar al presidente electo a entablar un diálogo con la oposición.

«No reconocemos como legítimos los comicios presidenciales. Se utilizaron tecnologías sucias de manipulación electoral», aseguró Serguéi Udaltsov, uno de los dirigentes opositores más radicales.

Udaltsov adelantó que la oposición extraparlamentaria «reforzará la campaña de desobediencia civil con protestas multitudinarias, pero pacíficas», y que la próxima concentración será el 10 de marzo.

Al término del mitin, varios centenares de manifestantes se negaron a abandonar la plaza hasta que las autoridades escucharan sus demandas de reforma, lo que provocó la violenta intervención de la policía antidisturbios.

Los enfrentamientos concluyeron con más de cien detenidos, entre ellos tres de los principales líderes de la oposición no parlamentaria: el popular bloguero Alexéi Navalni; el líder del Frente de Izquierdas, Serguéi Udaltsov, y el dirigente de la organización opositora Solidarnost (Solidaridad), Iliá Yashin.