El tribunal ha dictaminado la separación de los procedimientos abiertos contra Gabriele y contra el informático del Vaticano Claudio Sciarpelletti, acusado de cómplice en el delito.
Gabriele, que admitió su responsabilidad, declaró su intención de destapar «el mal y la corrupción» en el interior del Vaticano, según hizo saber tras su detención en mayo. De ser declarado culpable, podría pasar hasta cuatro años en prisión, pero el Papa podría promulgar un indulto.
El tribunal ha dictaminado igualmente que los resultados de la investigación paralela que están desarrollando los cardenales vaticanos quedarán reservados al Papa.
Desde que estalló el escándalo, conocido como ‘Vatileak', la Comisión Cardenalicia interrogó a una treintena de personas.
El juicio, así pues, estará basado únicamente en la investigación que desarrolla la Policía vaticana, según el magistrado.
El hecho de que no se use esa documentación, es decir lo declarado por los testigos interrogados por los cardenales, se debe a que la Comisión Cardenalicia fue creada según el Código de Derecho Canónico, mientras que el juicio se desarrolla según el Código Penal del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Esta primera audiencia del juicio más mediático de la historia de la Iglesia duró en total dos horas y quince minutos.
Campanita
Comenzó a las nueve y media de la mañana en punto, tras ser anuncia la entrada del tribunal con una campanita.
Minutos antes llegó Paolo Gabriele que vestía un impecable traje gris, camisa blanca y corbata gris. Durante toda la sesión se mostró impasible y sólo en un momento al final de la misma se le vio sonreír mientras hablaba con su abogada.
2 comentarios
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Para una vez que tenían a alguien "justo" entre sus filas van y lo denuncian... Que peligro hay con que se aireen esos documentos?, si el Vaticano todo lo que hace es por el bien de la humanidad ¿no?. COOORRRUPPPTTTOOOSSS!!!
Los curas tienen bolas!!! Me he dado cuenta porque los tienen bien agarrados!!!... jejeje.