Volunteers who have joined the Iraqi Army to fight against the predominantly Sunni militants, who have taken over Mosul and other Northern provinces, board army trucks in Baghdad June 13, 2014. Sunni Islamist militants gained more ground in Iraq overnight, moving into two towns in the eastern province of Diyala, while U.S. President Barack Obama considered military strikes to halt their advance towards the capital Baghdad. Militants from the Islamic State of Iraq and the Levant (ISIL) overran the northern c | AHMED SAAD

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El presidente estadounidense, Barack Obama, dejó ayer la puerta abierta a llevar a cabo ataque aéreos selectivos en Irak contra los radicales suníes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), aunque pidió un compromiso político de ese país para que rebaje las tensiones sectarias.

En los jardines de la Casa Blanca, el presidente estadounidense, que se reunió con su equipo de seguridad nacional, solo descartó una opción militar: «No vamos a volver a mandar tropas estadounidenses a combatir en Irak».

«Cualquier tipo de acción que realicemos para asistir a las fuerzas de seguridad iraquíes tiene que ir acompañada de un esfuerzo sincero para dejar de lado las diferencias sectarias» entre suníes y chiís, dijo Obama, que retiró a todos los soldados estadounidenses de Irak a finales de 2011. La Casa Blanca ha sido sorprendida con la guardia baja por los rápidos avances de los extremistas suníes de el EIIL.

Alerta

La posibilidad de que los radicales islámicos del EIIL, grupo desautorizado por Al Qaeda por su violencia indiscriminada, comiencen a avanzar hacia el norte de Bagdad ha elevado la alerta en la Casa Blanca.

Según la CNN, el Pentágono ha enviado el portaaviones George H. W. Bush al Golfo Pérsico, lo que permitiría a Obama llevar a cabo tanto ataques con misiles guiados con los destructores que componen la flotilla del navío, como con cazas F-18.