Imagen de la actuación de JLo en Marruecos. | Twitter

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Todos los artistas que cantan en Rabat en el Festival Mawazine, donde Jennifer López causó polémica el pasado 29 de mayo por su indumentaria, reciben una carta donde se especifica «la cultura local y el código de vestimenta», explica hoy el director artístico del festival, Aziz Daki.

Entrevistado por el semanario La Vie Eco, y específicamente por el escándalo levantado por el «carácter sexual» del concierto de Lopez -que ha motivado una denuncia del mismo presidente del Gobierno- Daki no nombró a la diva latina, pero dio a entender que también ella recibió esa carta donde se explica además «la naturaleza del país».

Sin embargo, Daki se guardó de criticar a la cantante del Bronx al añadir que «el mundo del espectáculo es un ámbito específico con sus propias leyes», y que «un vestido de espectáculo chocaría si fuera llevado en la vida corriente».

Por lo visto en Rabat, Jennifer Lopez no adaptó su concierto «a la cultura local», ya que se cambió siete veces de vestidos, todos ellos muy cortos o escotados, gateó por el escenario y se palpó repetidamente los muslos delante del público.

Todo ello fue transmitido por una cadena pública en horario de máxima audiencia, detalle que soliviantó los ánimos de muchas personas.

El director del festival sí que critica explícitamente la actitud de Placebo, cuyo bajista Stefal Olsdal apareció con el torso desnudo y un enorme número 489 tachado con una cruz, en alusión al artículo del Código Penal marroquí que criminaliza la homosexualidad.

«Repruebo la actitud del bajista, no puedo avalar que se utilice la escena de Mawazine para lanzar mensajes que no sean simplemente artísticos», añadió.