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Yasim Salhi, sospechoso de haber decapitado a un hombre y haber tratado de volar una planta química en el este de Francia, se hizo un «selfi» con la cabeza de la víctima que envió a un número estadounidense posiblemente con base en Siria, indican este sábado medios locales.

Según la cadena de televisión BFMTV, el presunto terrorista se fotografió con la cabeza de su jefe, el gerente de la empresa de paquetería en la que trabajaba.

A través del servicio de envío de mensajes «WhatsApp» envió la foto a un número de Estados Unidos.

Ayer, Salhi colgó la cabeza de la víctima en una verja de la empresa de Saint-Quentin-Fallavier que trató de volar.

El presunto terrorista fue reducido por un bombero cuando se disponía a abrir bombonas de acetona.

De acuerdo con BFMTV, el arma que se encontró en el lugar de los hechos era de juguete.