Agentes de seguridad egipcios permanecen frente a un restaurante y club nocturno que fue atacado en el barrio de Aguza, al oeste de El Cairo. | KHALED ELFIQI

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Al menos 16 personas murieron este viernes y tres resultaron heridas en un ataque con cócteles molotov contra un restaurante y club nocturno «Al Sayad» en el barrio de Aguza, en el oeste de El Cairo, a causa de una disputa entre empleados y clientes.

El ataque, que provocó un gran incendio, fue un acto de venganza de unos jóvenes a los que no se permitió la entrada en el local por la noche, según informó en un comunicado el ministerio egipcio del Interior.

Los jóvenes regresaron sobre las 6.00, hora local (4.00 GMT), y lanzaron los cócteles molotov contra la puerta del club, que se convirtió en pasto de las llamas.

El establecimiento quedó completamente quemado, tanto su entrada como su interior, pero los edificios aledaños no resultaron afectados, según pudo constatar Efe.

El portero del edificoo, Mustafa Tarek, explicó que debido a que el restaurante estaba recubierto de madera el fuego se extendió con rapidez.

«Había mucho humo, tanto que todos los vecinos, hasta los del piso trece, bajaron a la calle», subrayó el portero, que agregó que el techo se derrumbó.

Tarek precisó que las víctimas fallecieron por las quemaduras y por asfixia y que los cadáveres fueron hallados «todos apretados en el último rincón».

Algunas fuentes apuntan a que todos los fallecidos eran empleados del club y otras que también hay clientes entre ellas. El periódico oficial Al Ahram señala por su parte que se trata de once hombres y cinco mujeres.

El bar «Al Sayad» (El Pescador), situado en los bajos del edificio número 86 de la calle Nil, que corre paralela al Nilo, era estrecho y alargado, y solo tenía una salida a la calle, donde impactaron las botellas incendiarias.

Los equipos de protección civil lograron apagar el fuego y al lugar se desplazó la policía para recoger pruebas y tratar de detener a los atacantes, que han sido identificados.

Todas las fuentes coinciden en descartar un acto terrorista. El alcalde del distrito de Aguza, Ahmed Abdelrahim, aseguró también que se trata de «un suceso criminal».

El dueño del club, Husein Ramadán, dijo al periódico Al Ahram que cuatro hombres fichados por la policía son los culpables del ataque y que uno de ellos, «el más peligroso», ya fue detenido.

En este sentido, hizo hincapié en que la policía «conoce a los atacantes perfectamente» y detalló que dos de ellos intentaron entrar anoche pero la seguridad del bar se lo impidió.

Según la versión de Ramadán, estos dos hombres volvieron a las seis de la mañana, en el momento del cierre, acompañadas por otros dos y a bordo de dos motocicletas.

Las familias de las víctimas se congregaron en el hospital de Aguza entre gritos y sollozos para recibir los cadáveres, que tienen que ser sometidos a pruebas de ADN debido a las dificultades para identificarlos por las quemaduras.

La situación de seguridad se ha deteriorado en Egipto desde la revolución de 2011, con un aumento de la criminalidad y de los atentados terroristas.