«El avión se estrelló cuando trataba de dar otra vuelta y no durante el aterrizaje, como se dijo al principio. Hasta ese momento todo era normal: los pilotos se comunicaban con la torre de control y el capitán anunció que emprendía otra vuelta», explicó en directo el corresponsal de la televisión pública rusa «Rossia 24».
Esta es la nueva versión de la tragedia que manejan los expertos que trabajan en el aeropuerto de Rostov del Don, una de las principales ciudades del sur de Rusia.
Al parecer, agregó el periodista ruso, «algo grave sucedió cuando el avión trataba de dar otra vuelta, porque en ese momento se precipitó contra el suelo».
La nueva versión coincide con la ofrecida por el servicio internacional Flightradar24, que se dedica al seguimiento de vuelos en todo el mundo.
En un comunicado publicado en Twitter, esa organización informó de que el Boeing 737-800 de FlyDubai «tomó altura tras enfilar hacia su segundo aterrizaje, y enseguida empezó a caer bruscamente a una velocidad de 21.000 pies al minuto (106 metros por segundo)».
Los investigadores del Comité de Instrucción de Rusia trabajan sobre todas las versiones posibles, «entre ellas un error de la tripulación del avión, un fallo técnico de la aeronave y las malas condiciones meteorológicas», señaló el portavoz de ese órgano judicial, Vladímir Markin.
Las autoridades rusas esperan que las dos cajas negras del aparato, que ya han sido localizadas, ayudarán a esclarecer las circunstancias del siniestro.
En cualquier caso, el vuelo FZ 981 procedente de Dubai sobrevolaba el aeropuerto de Rostov del Don en unas condiciones meteorológicas muy adversas, en medio de una densa niebla, lluvia y un fuerte viento lateral, con rachas de hasta 70 kilómetros por hora.
Un vuelo de la compañía rusa Aeroflot desistió poco antes del accidente de aterrizar en Rostov del Don tras tres intentos fallidos.
Mientras, los servicios de rescate trabajan en la recogida de los cuerpos de los 55 pasajeros y 7 tripulantes fallecidos en la tragedia, que al parecer quedaron muy dañados en el accidente.
«El avión quedó hecho añicos. En estos momentos los expertos trabajan en la localización de los restos del Boeing y de los fragmentos de los cuerpos humanos», reveló a Interfax una fuente en los servicios de emergencias rusos.
La mayor parte de los restos, agregó, «están esparcidos en un radio de 200 metros en torno al lugar del siniestro».
Dos de los siete tripulantes de la aeronave eran ciudadanos españoles, según confirmaron a Efe fuentes consulares españolas y del Ministerio de Asuntos Exteriores, que informaron además de que el cónsul honorario en Rostov del Don «ya está en el aeropuerto» para hacerse cargo del asunto.
«Ahora queda la identificación y repatriación de los cadáveres cuando las autoridades rusas los pongan a disposición», señalaron las fuentes.
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