El español Pablo Ibar llega a comparecer este viernes 10 de junio de 2016, ante el nuevo juez asignado a su caso, Raaj Singhal, quien expresó su deseo de agilizar la celebración del juicio que debe celebrarse en su contra tras la anulación de la condena a la pena de muerte que pesaba sobre él por la muerte de tres personas. | Efe

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El español Pablo Ibar compareció este viernes ante el nuevo juez asignado a su caso, Raaj Singhal, quien expresó su deseo de agilizar la celebración del juicio que debe celebrarse en su contra tras la anulación de la condena a la pena de muerte que pesaba sobre él por la muerte de tres personas.

En una reunión abierta a la prensa, Singhal les preguntó a los abogados cuánto tiempo necesitaban para preparar el nuevo juicio contra Ibar, acusado de los asesinatos del dueño de un local nocturno y dos modelos en 1994, y les convocó a una nueva reunión el 1 de julio.

La breve audiencia o «conferencia de seguimiento», según la definición judicial, llevada a cabo en los tribunales Fort Lauderdale, al norte de Miami, duró poco más de 10 minutos.

El español, sobrino del fallecido boxeador español José Manuel Urtaín, lleva casi 22 años preso, quince de ellos en el «corredor de la muerte», pues fue condenado a la pena capital en 2000.

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Antes se había celebrado un primer juicio, en 1998, en el que el jurado no pudo llegar a un veredicto unánime de culpabilidad y el juez lo declaró nulo al no haber pruebas dactilares ni genéticas que vincularan a los acusados con el triple crimen.

Después de ese juicio, el 28 de agosto de 2000, Pablo Ibar recibió condena y se convirtió en el único español sentenciado a muerte en Estados Unidos.

Sin embargo, el Tribunal Supremo de Florida anuló a comienzos del pasado febrero la condena que pesaba sobre Ibar, entre otras cosas por el hecho de que su ADN «no fue encontrado en la camiseta recuperada» en el lugar del triple crimen y que el asesino usó para «cubrirse parcialmente el rostro».

El español fue trasladado esta semana del «corredor de la muerte» en la prisión de Reinford, en Starke (Florida) a una prisión común del condado de Broward, al que pertenece la ciudad de Fort Lauderdale.

Los abogados de Ibar, que siempre ha defendido su inocencia, tienen previsto solicitar la libertad condicional bajo fianza del acusado con el objetivo de que quede bajo supervisión de su familia a la espera del nuevo juicio.