El juez Asghar Khan declaró inocentes a los cinco supuestos talibanes acusados de conspiración por el asesinato con bomba de Bhutto en un mitin en 2007, en una sentencia anunciada en la cárcel Adiyala de la ciudad de Rawalpindi, dijo a Efe el fiscal de la Agencia Federal de Investigación (FIA), Khawaja Imtiaz.
Por otra parte, Saud Aziz, exjefe de la Policía de Rawalpindi, y el exsuperintendente Khurram Shahzad fueron condenados a 17 años de cárcel y una multa de medio millón de rupias (4.000 euros) por violación de la seguridad y eliminación de pruebas.
Imtiaz explicó que Aziz ordenó limpiar la escena del crimen una hora después del asesinato «para eliminar pruebas», que la zona no se acordonó según la normativa y que evitó que se llevase a cabo una autopsia de la fallecida, acciones en las que estuvo apoyado por Khurram.
Por su parte, Aitzaz Shah, Sher Zaman, Abdul Rasheed, Rafaqat Hussain y Hasnain Gul, acusados de pertenecer al principal grupo talibán paquistaní, Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP) y de conspiración por el asesinato, fueron declarados inocentes «por el beneficio de la duda».
El fiscal indicó que tras leer detenidamente la sentencia decidirán si apelan las absoluciones.
El tribunal declaró prófugo a Musharraf por no presentarse en las vistas y ordenó la confiscación de sus bienes, dos medidas ya tomadas en 2016 por otra corte en relación con un caso de alta traición.
El exmilitar, que gobernaba cuando se produjo el asesinato, salió del país en marzo de 2016 alegando motivos médicos con la promesa de volver y desde entonces no ha regresado.
El proceso judicial comenzó en 2008 con cinco acusados, pero tras la llegada al poder del PPP en las elecciones de ese mismo año la investigación pasó a la FIA y se paralizó el proceso en 2009, para ser puesto en marcha de nuevo en 2013.
Dos veces primera ministra, Bhutto murió el 27 de diciembre de 2007 junto a otras veinticuatro personas en un ataque perpetrado por un terrorista suicida de 15 años que hizo estallar una carga explosiva en un mitin en la ciudad de Rawalpindi, poco después de que la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP) retornara al país tras un largo exilio.
En abril de 2010 una comisión de la ONU responsabilizó a Musharraf de la muerte de Bhutto por no haberle proporcionado una seguridad adecuada y acusó a las autoridades de hacer fracasar la investigación del caso de manera «deliberada».
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