La justicia sudanesa no condena la violencia sexual en el ámbito conyugal. | Twitter

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Una campaña de ámbito internacional está tomando fuerza en diversos países a través de las redes sociales, a raíz de la condena a muerte de Noura Hussein Shatqa, una joven de 19 años condenada a muerte por matar a su marido cuando la intentó violar.

Su dramática historia es solo un ejemplo de lo que se ven obligadas a vivir muchas como ella a lo largo y ancho del mundo en sociedades donde la opinión de la mujer está totalmente subyugada a la del hombre, empezando por ser obligada a contraer matrimonio a los 16 años en contra de su voluntad.

Su sueño era estudiar y labrarse un futuro mejor que el que su familia le habría podido brindar, y por eso se escapó de casa sublevándose a su destino, aunque finalmente acabó regresando con los suyos, quienes la obligaron a convivir con su marido.

Así, cuando llevaba unos meses viviendo con él y negándose a mantener relaciones sexuales, el hombre llamó a otros más para que la sujetaran mientras él consumaba la violación. Al día siguiente, sin el apoyo del resto de hombres, volvió a intentarlo. Fue entonces cuando ella se defendió y lo apuñaló mortalmente.

A partir de aquí vino la detención y un juicio marcado por la ley que rige en el país, que la condenó a morir. Se trata de un ordenamiento radicalmente diferente a cualquiera del entorno occidental, y por ejemplo se contempla el matrimonio a partir de los 10 años y no está penado usar la fuerza y violar en el ámbito conyugal.

Esta situación ha generado una ola de indignación masiva, avivada por diferentes estamentos internacionales, como la ONU o Amnistía Internacional. Del mismo modo se recogen firmas a nivel internacional para que se haga una excepción con Noura y se comparte su caso en las redes sociales bajo el hashtag '#JusticeForNoura'.