Michael O'Leary, en una imagen de archivo. | Reuters

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La aerolínea irlandesa Ryanair advirtió este lunes de que podría reducir su calendario de vuelos de invierno y su flota de aviones en las bases europeas donde los sindicatos de pilotos están convocando «huelgas innecesarias», lo que provocaría también «pérdidas de puestos de trabajo».

El consejero delegado de la compañía, Michael O'Leary, indicó que espera más movilizaciones este verano por parte de grupos de pilotos en Irlanda, y «posiblemente» en Portugal y Alemania, a las que se suman los parones convocados ya para este miércoles y jueves por los tripulantes de cabina (TCP) en España, Bélgica y Portugal.

El directivo recalcó que «hará frente» a las protestas y que no cederá ante las demandas que «pongan en riesgo» el modelo de negocio de la aerolínea de «bajos precios y alta eficacia».

O'Leary efectuó esas declaraciones durante la presentación de los resultados obtenidos en el primer trimestre fiscal, cuando la compañía ganó 319 millones de euros netos hasta el 30 de junio, el 20 % menos que hace un año.

De cara al siguiente trimestre, O'Leary dijo que espera «más huelgas en julio y agosto», lo que podría dañar la «confianza de los clientes» y afectar a las reservas de billetes anticipadas en los «mercados de ciertos países».

No obstante, se mostró confiado en que las huelgas de pilotos «serán pequeñas» pues, según él, «representan a una diminuta minoría», y subrayó que la compañía será «capaz de gestionarlas» a través de «cancelaciones cuidadosamente escogidas».

La Asociación de Pilotos Irlandeses de Aerolíneas (IALPA), que representa al centenar de pilotos contratados directamente por Ryanair, en torno al 25 % del total de este colectivo, efectuará mañana, martes, un parón de 24 horas, lo que provocará la cancelación de 16 vuelos entre Irlanda y el Reino Unido.

El resto de la plantilla de pilotos en este país, unos 250, están contratados por Ryanair a través de agencias o son autónomos.

A la movilización de mañana le precedieron otras dos también convocadas por IALPA los pasados 12 y 20 de julio, con suspensiones de 30 y 24 vuelos al Reino Unido, respectivamente, mientras que las rutas al continente operaron con normalidad.
El impacto de las huelgas de TCP para este miércoles y jueves será mayor, según prevé la aerolínea, que solo en España cancelará hasta 400 vuelos de los que tenía programados para esos dos días, lo que afectará aproximadamente a 75.000 pasajeros, mientras que en Bélgica y Portugal la cifra ronda las 200 suspensiones.

«Hemos minimizado el impacto que tienen estas huelgas en nuestros clientes suspendiendo una proporción pequeña del programa de vuelos -en torno al 12 % del total-, con bastante tiempo de antelación respecto al día del vuelo, para permitir a los pasajeros que lo cambien o reciban una devolución del importe», explicó O'Leary.
El directivo aseguró que seguirá dialogando «activamente» con esos colectivos «en toda Europa», al tiempo que acusó a los sindicatos de pilotos de «aerolíneas rivales» de interferir en las negociaciones con «nuestra gente y sus sindicatos»