El Gobierno de Nicaragua, criticado por su aparente desdén ante la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, anunció este jueves la celebración de un festival veraniego en Semana Santa, que incluye fiestas populares en las playas y en la ciudad colonial de Granada.
«Disfrutemos este verano con responsabilidad y precaución», invitó el estatal Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) al dar a conocer el programa denominado «Summer Music Fest 2020», en medio de la pandemia de la COVID-19, que oficialmente se ha cobrado la vida de una persona en Nicaragua, entre cinco casos confirmados.
El programa incluye la celebración de fiestas con grupos populares en seis centros recreativos administrados por el Intur, entre ellos dos balnearios ubicados en el Pacífico, y uno en la turística y colonial ciudad de Granada (sureste) que acoge el Gran Lago.
Además de las fiestas populares, las autoridades organizarán espectáculos de payasos, presentación de danza moderna y concursos de chica verano.
QUEDARSE EN CASA
En total, el Intur tiene previsto realizar más de 80 actividades durante el período de Semana Santa, entre ellas celebraciones artísticas, deportivas, gastronómicas, religiosas y tradicionales.
El anuncio del festival veraniego en Semana Santa levantó las críticas de buena parte de los nicaragüenses en las redes sociales, que tildan de irresponsable al Gobierno, incluida la privada Cámara Nacional de Turismo.
En contraste a las actividades promovidas por el Gobierno, la presidenta de Canatur, Lucy Valenti, animó a los nicaragüenses a quedarse en casa en Semana Santa porque la vida es primero y habrá tiempo para disfrutar después.
«El régimen orquesta un macabro genocidio de verano. En las enfermas mentes de la pareja dictatorial, por algún motivo, les parece apropiado agrupar gente en la peor pandemia de las últimas décadas. Están pidiendo a gritos que vivamos la tragedia de Ecuador. ¿Por qué?. No sé», escribió, por su lado, en un tuit un ciudadano nicaragüense.
¿PROPAGAR EL CONTAGIO?
Los usuarios en las redes sociales también animaban al presidente del país, Daniel Ortega, y a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, que no han dado la cara en público desde que el coronavirus se convirtió en pandemia, a que participen en esas actividades de verano.
La exguerrillera Dora María Téllez, que fue ministra de Salud durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990), advirtió que «al día de hoy la estrategia del régimen es propagar el contagio del coronavirus».
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) ha tachado de irresponsable y criminal al Ejecutivo frente a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
Según ese organismo humanitario, el Gobierno no se ha inmutado ante esa peste y en vez de aplicar medidas para prevenir la propagación de la enfermedad, convocan a marchas masivas, y movilizan a trabajadores del Estado y personal de salud para brindar charlas casa a casa sin la mínima protección.
«ENFERMEDAD DE RICOS Y BURGUESES»
Además, impulsan todo tipo de actividades turísticas, tradicionales, deportivas, escolares, laborales y hostigan a personas que toman sus medidas individuales, como usar tapabocas, alcohol gel, guantes y otros productos de higiene.
Entre otros, el Gobierno convocó a una marcha el pasado 13 de marzo denominada «Amor en tiempos del COVID-19», en la que miles de simpatizantes sandinistas y trabajadores marcharon por Managua, pero sin la presencia de los convocantes y homenajeados: Ortega y Murillo.
Nicaragua tampoco ha suspendido las clases, eventos públicos, no ha prohibido el ingreso de extranjeros provenientes de países con brotes, ni ha establecido ni establecerá cuarentena.
Los funcionarios del Gobierno han tratado de minimizar la pandemia y han arremetido contra los opositores que se han sumado a la campaña #QuedateEnCasa, y que incluso uno de ellos, el comentarista radial William Grigsby, dijo que la «COVID-19 es una enfermedad de ricos y burgueses».
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