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La canciller alemana, Angela Merkel, apuntó este domingo que será preciso mantener algunas de las restricciones frente a la COVID-19 hasta que entre el 60 y el 70 % de la población esté inmunizada.

En un vídeo en el que responde a preguntas de los ciudadanos con motivo del día de puertas abiertas del Gobierno alemán, la canciller reconoció además que algunas de las medidas acordadas para este noviembre son «amargas y duras», pero necesarias para mantener bajo control la pandemia.

«Sabemos de otras epidemias, el virus más o menos ha sido vencido cuando entre el 60 o 70 % de la población es inmune, ya sea porque han superado la enfermedad o porque se han vacunado. Entonces se puede levantar todas las restricciones. Hasta entonces debemos vivir con ciertas restricciones que nos impone el virus», explicó.

La canciller no dibujó ningún horizonte temporal al respecto, aunque se mostró esperanzada con que «dentro de poco» se autoricen las primeras vacunas. En Alemania, se han infectado hasta el momento cerca de 660.000 personas, lo que supone alrededor del 0,8 % de la población.

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A continuación, prosiguió Merkel, empezará el período de vacunación, siguiendo un plan que en estos momentos están acordando el Gobierno central y los Ejecutivos de los 16 Länder, con el apoyo técnico de diversos organismos independientes, como la comisión permanente de vacunación, la Academia de Ciencias Leopoldina y la Comisión Ética.
«Creo que puedo decir ya lo siguiente (sobre el plan de vacunación): En primer lugar estarán los trabajadores de las residencias (de ancianos), los médicos y las personas que pertenecen a grupos de riesgo. Estos ya son muchos en nuestro país», indicó.

El proceso de vacunación dependerá de cuántas vacunas estén disponibles y del tiempo de inmunidad que generen, explicó la canciller. Merkel reiteró que «nadie va a ser obligado a ser vacunado": «Será una decisión libre», afirmó.

Alemania ha marcado esta semana tres máximos consecutivos de infecciones diarias, con hasta 23.399 casos este sábado. Merkel aseguró recientemente que la situación era «dramática» en el país y que era preciso tomar medidas para evitar «en semanas» la saturación del sistema sanitario.

Durante todo noviembre bares y restaurantes, museos, piscinas, gimnasio, teatros y cines deben permanecer cerrados. El turismo se ha prohibido, se recomienda trabajar desde casa siempre que sea posible y las reuniones, en espacios públicos y privados, se han reducido a hasta 10 miembros de como máximo dos hogares.