El Ministerio de Defensa de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj aseguró en su cuenta oficial de Twitter que las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán abrieron fuego contra sus unidades de defensa con armas de fuego de calibre y drones suicidas, a consecuencia de lo cual fallecieron cinco militares azerbaiyanos y un soldado armenio resultó herido. También afirmó que cinco soldados suyos resultaron heridos en escaramuzas con las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán anoche. La Cancillería armenia confió en que la parte rusa, que actúa como garante del alto el fuego en la región, tome medidas para «la retirada inmediata de las unidades de las fuerzas armadas de Azerbaiyán» de la zona de responsabilidad del contingente ruso.
Ereván ha solicitado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que tome medidas urgentes contra Azerbaiyán en conexión con la violación de los derechos de la población de Nagorno Karabaj. Bakú, a su vez, negó en un comunicado que se hayan producido combates en la zona con el empleo de drones y aseguró que lleva a cabo un proceso de «precisión» de los puntos de emplazamiento de efectivos «sin el empleo de la fuerza». «Los provocativos informes difundidos por la parte armenia sobre los supuestos enfrentamientos militares con el uso de aparatos no tripulados en el territorio de Azerbaiyán, donde está desplegado temporalmente un contingente ruso de mantenimiento de la paz y la muerte de militares azerbaiyanos son una mentira», aseguró Exteriores azerbaiyano. La situación en la región fue abordada anoche también por los ministros de Defensa de Armenia, Surén Papikyan, y de Rusia, Serguéi Shoigú, quien este viernes habló también con su homólogo azerbaiyano Zakir Hasanov. Las renovadas tensiones en la zona también fueron el tema de una conversación telefónica que sostuvo ayer el ministro de Exteriores armenio, Ararat Mirzoyán, y la secretaria de Estado adjunta de EE. UU., Karen Donfried.
Como consecuencia de la guerra de otoño de 2020, Ereván perdió el control sobre más de dos tercios de los territorios en Karabaj y sus alrededores, que controlaba desde la década de 1990. Según la cláusula 1 del documento sobre el alto el fuego firmado entre Armenia y Azerbaiyán con la mediación de Rusia, las fuerzas de las partes se detenían en las posiciones que ocupaban en el momento de la firma del documento. De acuerdo con Ereván, las acciones que lleva a cabo ahora Bakú en el Karabaj son una clara infracción del pacto alcanzado en noviembre de 2020. Armenia acusó esta semana a Azerbaiyán de dañar el gasoducto que transporta combustible al territorio de Nagorno Karabaj controlado por los armenios y de dejar sin gas a cerca de 120.000 personas. «Además de otras acciones destinadas a ejercer presión psicológica sobre la población local e impedir que representantes de organizaciones humanitarias internacionales entren en Nagorno Karabaj, Azerbaiyán socava deliberadamente el funcionamiento normal de las infraestructuras vitales» del territorio, denunció Ereván.
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