Amigos, familiares, compañeros de armas y científicos e investigadores con los que trabajó despidieron hoy en la plaza de la Independencia de Kiev al «héroe de Ucrania» Bizhan Sharopov, que murió a los 32 años junto a la ciudad de Izium (este) combatiendo a las fuerzas rusas que han invadido su país. «Ucrania está perdiendo a sus mejores hijos e hijas», dijo a Efe al término del funeral Maksym Antonyuk, profesor del departamento de Biología de la Academia Kyiv-Mohyla de la capital ucraniana, que tuvo a Sharopov como alumno y asistente científico.
«Gente como él son un pilar de la sociedad civil y de la comunidad científica; es una gran pérdida para Ucrania», señaló el profesor aludiendo al compromiso cívico y los logros científicos de este investigador que en 2020 fundó, junto con otros jóvenes que conoció en el ejército, su propia empresa de biotecnología. Antonyuk define a quien fue su discípulo como una persona «muy emotiva, entusiasta y honesta» que tenía «multitud de amigos» y siempre «luchó por una Ucrania abierta y honrada en la que todo el mundo tuviera una oportunidad de autorrealizarse».
Bizhan, como se refieren a él quienes le conocieron, nació en 1989 en Tayikistán, Asia Central, y emigró a Ucrania con su familia cuando tenía cinco años, huyendo de la guerra civil que entonces vivía el país. «Se consideraba plenamente ucraniano y lo dio todo por este país», dice su antiguo profesor. «Necesitamos que Occidente siga ayudándonos para ganar esta guerra y que muertes como la suya no sean en vano», remacha Antonyuk.
El compromiso político de Bizhan tuvo su bautismo de fuego a finales de 2013, cuando participó en las protestas ciudadanas que acabaron derrocando en febrero de 2014 al último presidente prorruso de Ucrania, Víktor Yanukóvich. Más de cien personas murieron a manos de las fuerzas del orden en aquellas manifestaciones. Inmediatamente después de la huida de Yanukóvich, Bizhan se alistó como voluntario en el ejército de Ucrania para combatir, con el batallón de asalto «Aidar» de las fuerzas de tierra, a las milicias separatistas prorrusas que habían declarado la independencia de dos regiones del este del país.
Después de un año en el frente, este veterano de guerra precoz se doctoró por el Instituto de Fisiología, donde empezó a trabajar como investigador. Sharopov inició entonces una fértil carrera como científico y divulgador que le llevó a producir test COVID y a impulsar estudios para curar la infertilidad y el cáncer. La guerra volvió a cruzarse en el camino de Bizhan el 24 de febrero del año pasado, cuando Rusia comenzó su invasión a gran escala de Ucrania y el científico regresó a las armas para volver a defender a su país.
Bizhan Sharopov cayó en combate en abril de 2022 cerca de Izium, en la provincia de Járkov del noreste de Ucrania, pero su muerte no fue confirmada hasta el pasado mes de febrero, con un test de ADN, después de varios meses dado como desaparecido.
«Era un gran científico, alguien extremadamente inteligente y divertido, que siempre sonreía y nos contaba historias sobre la guerra en el este; fue una persona muy importante en nuestra vida», dice a Efe Daria Loboiko, que trabajó con Bizhan en su laboratorio privado de biotecnología. «Le encantaba cantar y tocar la guitarra y una canción que siempre le gustaba entonar señalaba: 'mamá me decía que la desesperación es el mal', y creo que ese era uno de sus principios en la vida», dice Oksana Grigorenko, otra de sus compañeras en la empresa que fundó.
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