Distintas voces han criticado con dureza en las últimas horas la postura del presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre el arsenal nuclear de su país, ya que el dirigente galo se ha declarado partidario de una estrategia de defensa europea que incluya ese factor, y al mismo tiempo ha enfatizado que va en serio en su propuesta de enviar soldados franceses a suelo ucraniano para evitar que Rusia venza en la contienda desencadenada por el decreto del Kremlin y, con el tiempo pueda extender su amenaza a otros territorios europeos.
En el contexto de la celebración del Primero de Mayo en París, el dirigente de la fuerza izquierdista La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, ha abogado por desarrollar estrategias que calmen los ánimos y traigan la paz a la región. «Queremos la paz en Europa. Ucrania y Rusia deben negociar garantías mutuas de seguridad. Vergüenza para quienes miran hacia otro lado ante el genocidio en curso en Gaza. Queremos paz en el Mediterráneo, paz con un alto el fuego inmediato» esgrimió en un momento de la jornada reivindicativa.
«Emmanuel Macron nos dice que quiere lanzar un debate sobre la puesta en común de la disuasión nuclear con los países europeos. Esto es excepcionalmente grave», declaró por otra parte François-Xavier Bellamy, cabeza de lista del grupo conservador Los Republicanos (LR) para las elecciones europeas. En una entrevista en el canal de televisión CNews, Bellamy apuntó que la cuestión del armamento nuclear toca «el nervio de la soberanía» de los franceses, que hicieron una inversión histórica para desarrollar esa tecnología.
Tampoco tiene «ningún sentido» a nivel político, dijo, ya que la disuasión nuclear es una facultad que reposa sobre las instituciones de la República francesa y no debe poder ser activada a iniciativa externa. «Un jefe de Estado francés no debe decir eso», subrayó Bellamy. La extrema derecha, por su parte, acusó a Macron de estar «convirtiéndose en un peligro nacional», en palabras de Thierry Mariani, diputado francés en el Parlamento europeo por Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), la formación política de Marine Le Pen.
«Después de las armas nucleares, seguirá el puesto permanente de Francia en el Consejo de Seguridad de la ONU, que también se venderá a la Unión Europea....», opinó Mariani en la red social X. En el lado opuesto del arco ideológico, los propósitos de Macron tampoco fueron aplaudidos. «Ya advertí de los peligrosos comentarios de Macron sobre la disuasión hace unas semanas. ¡Lo está haciendo de nuevo!», publicó en su cuenta de X Bastien Lachaud, diputado izquierdista.
«La disuasión nuclear no se puede compartir. Con la excusa de defender el suelo europeo, Macron quiere liquidar la autonomía estratégica de Francia», agregó. La oposición reaccionó así después de que Macron recalcase, en una entrevista publicada por un grupo de periódicos regionales, la idea de que Europa tiene que poner en marcha una política de defensa conjunta, estratégica y creíble, que incluya el componente nuclear gracias a países como Francia.
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