Mohammad Abu Selmeyah, el director del Al Shifa, comparece ante los medios. | Reuters - Mohammed Salem

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Mohamad abú Salmiya, el director del Hospital Al Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, ha sido liberado este lunes por Israel junto a otros 49 palestinos, más de siete meses después de su detención tras el asalto lanzado por el Ejército israelí contra el centro médico en noviembre de 2023. Abú Salmiya ha afirmado tras su liberación que «cientos de trabajadores médicos» palestinos han sido objeto de ataques por parte de Israel y ha denunciado que «varios presos han caído mártires por las torturas» sufridas bajo custodia, según ha recogido el diario 'Filastin', vinculado al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).

«Los prisioneros sufren unas condiciones trágicas a causa de la falta de comida y agua y por los insultos que reciben», ha recalcado, al tiempo que ha asegurado que trabajará para «construir de nuevo el Complejo Médico Al Shifa», que sufrió graves daños materiales a causa de los ataques del Ejército de Israel. Asimismo, ha recordado que fue arrestado cuando era parte de «un convoy humanitario que trasladaba a heridos desde Al Shifa a través del paso de Netzarim» y ha afirmado que fue sometido a «torturas casi diarias» en prisiones de Israel.

«Nuestra liberación de prisión tuvo lugar sin un acuerdo y un tribunal de Israel confirmó que no habíamos sido imputados», ha dicho. «Ninguna organización internacional nos visitó en prisión y se nos prohibió reunirnos con abogados. La ocupación trata a los prisioneros como si fueran objetos inanimados y los doctores nos golpearon», ha explicado, al tiempo que ha mostrado su sorpresa por el hecho de que algunos miembros del Gobierno israelí «digan que no sabían» que salió de prisión, ya que «lo hizo de forma oficial».

Faraj al Samuni, otro de los liberados, ha denunciado igualmente que los detenidos sufren torturas, abusos y agresiones, al tiempo que ha agregado que diversas enfermedades se han propagado entre los reos a causa de las malas condiciones de detención, tal y como ha informado la agencia palestina de noticias WAFA. Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha criticado a través de su cuenta en la red social X la liberación de Abú Salmiya y ha dicho su excarcelación, «junto a decenas de terroristas», es «una negligencia a nivel de seguridad».

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«Ha llegado el momento de que el primer ministro (de Israel, Benjamin Netanyahu) evite que (el ministro de Defensa, Yoav) Gallant y el jefe del Shin Bet lleven a cabo unas políticas independientes y contrarias a la posición del gabinete y el Gobierno», ha zanjado. En este sentido, el líder opositor Benny Gantz, quien dimitió recientemente de su puesto en el gabinete de guerra de Israel, ha sostenido que «aquel que tomara la decisión (de liberar a Abú Salmiya) debería ser cesado hoy». «Un Gobierno que libera a los que cooperaron con los asesinatos cometidos en Al Shifa en octubre y a los que ayudaron a esconder a los rehenes ha cometido un error operativo y moral», ha dicho.

Asimismo, el opositor Yair Lapid, quien fue primer ministro, ha dicho a través de un mensaje en su cuenta en X que se trata de «una debacle» que supone «una continuación directa de la falta de ley y la disfuncionalidad que caracteriza al Gobierno, lo que daña la seguridad de los ciudadanos de Israel». Las autoridades israelíes informaron hace cerca de tres semanas al Tribunal Supremo de Israel que todos los presos palestinos que se encontraban encarcelados en el centro de detención de Sde Teiman --entre los que habría estado Abú Salmiya-- serían trasladados a otras instalaciones o devueltos a la Franja de Gaza.

El Ejército israelí confirmó el 23 de noviembre la detención de Abú Salmiya argumentando que el centro, «bajo su gestión directa», funcionó como «sede» de Hamás. En este sentido, afirmó que el grupo «usó muchos recursos, incluida electricidad, para mantener el sistema de túneles construido bajo el hospital». En esta línea, recalcó que el grupo islamista «almacenó muchas armas en el hospital y sus alrededores» y «usó el hospital como refugio para sus terroristas» tras los ataques ejecutados el 7 de octubre en Israel y «trasladó» a las instalaciones del centro médico «a personas secuestradas el día de la masacre».

Por su parte, las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, denunciaron que la detención de Abú Salmiya y otros trabajadores sanitarios tuvo lugar durante el proceso de evacuación del centro, coordinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), después de semanas de «cerco, asalto y destrucción por parte de las fuerzas de ocupación» contra el centro, parcialmente destruido. Las autoridades gazatíes han denunciado durante las últimas semanas el hallazgo de varias fosas comunes en los terrenos del Hospital Al Shifa, situado en la ciudad de Gaza (norte), de los que han sido exhumados decenas de cuerpos. En total, ha dicho haber recuperado 520 cadáveres en siete fosas en tres hospitales en Gaza.