Vista de dron de un campo de recepción de inmigrantes en Shengjin. | Reuters - Florion Goga

TW
0

Las autoridades de Italia han fletado un barco militar con un primer grupo de solicitantes de asilo que recalarán en Albania, donde el Gobierno de Giorgia Meloni pactó la apertura de centros de acogida desde los que estas personas esperarán a que se tramiten sus peticiones y en su caso serán devueltos a sus Estados de origen. La cuestión genera posiciones dispares, no solo en suelo transalpino, y el debate asume ya términos comunitarios tras las últimas palabras de la Comisión Europea.

Por iniciativa del Ministerio del Interior italiano, una nave de la Armada ha partido este pasado lunes desde un puerto de la isla de Lampedusa, según la agencia de noticias AdnKronos. La semana pasada, el gobierno ya había adelantado que los centros estaban listos para comenzar a acoger a los migrantes rescatados en el mar Mediterráneo. El ministro, Matteo Piantedosi, reconoció el fin de semana que no habría ningún acto para oficializar la puesta en marcha de las instalaciones, descritas como «centros de contención ligera». Algunas fuentes activistas han denunciado que el traslado a la nave de los migrantes se produjo sin chalecos salvavidas ni las preceptivas medidas de seguridad.

«No hay alambre de púas sino asistencia» declaró sin embargo Piantedosi, en línea con los argumentos ya expresados por la propia Meloni. Las autoridades albanesas e italianas firmaron el acuerdo para la apertura de estos centros en noviembre de 2023, lo que desató ya entonces una ola de críticas de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, entre ellas la ONU. La ONG Amnistía Internacional ha reiterado en las últimas horas su «profunda preocupación».

«En suelo albanés, pero bajo jurisdicción italiana y europea, se examinan las solicitudes de asilo de personas migrantes y se retendrá a las personas a la espera de su expulsión y repatriación, con una aplicación extraterritorial de la detención administrativa», ha lamentado la reputada organización internacional en redes sociales. Por su parte, la secretaria general del Partido Democrático, Elly Schlein, ha acusado al ejecutivo italiano de «desperdiciar» casi 1.000 millones de euros de las arcas públicas en un programa que «desprecia los derechos fundamentales»

En este contexto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso a los líderes de la Unión Europea avanzar en un enfoque común sobre retornos y diseñar formas innovadoras de luchar contra la migración ilegal para afrontar «uno de los problemas más acuciantes» de la UE. Son dos de los diez puntos que Von der Leyen desarrolla en una carta dirigida a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE de cara a la cumbre que mantendrán en Bruselas el jueves y viernes próximos, y en la que la migración es uno de los puntos más destacados de la agenda.

La política alemana insta a los líderes de la UE a mantenerse «firmes y justos» frente a la migración, «uno de los problemas más acuciantes que requiere nuestra atención urgente», asegura Von der Leyen, quien presidirá el próximo Ejecutivo comunitario durante cinco años más. Von der Leyen anuncia que presentará una nueva propuesta legislativa que definirá obligaciones «claras» de cooperación para los retornados y agilizaría eficazmente el proceso de retorno, con la digitalización de la gestión y el reconocimiento mutuo de las decisiones de cada uno.

Esta será «una de las tareas inmediatas» del comisario de Asuntos Internos y Migración, el austriaco Magnus Brunner, dijo Von der Leyen, quien además abordará el marco legislativo para «garantizar normas sólidas para la expulsión de quienes representen una amenaza grave para el orden público o la seguridad interior».

Brenner también tendrá el encargo de Von der Leyen de buscar soluciones operativas que ayuden a luchar contra la migración ilegal. La dirigente comunitaria considera que la UE debería seguir explorando posibles formas de avanzar en lo que respecta a la idea de desarrollar centros de retorno fuera de la UE, especialmente en vista de una nueva propuesta legislativa sobre el retorno, y considera que se podrán «extraer lecciones» de la «experiencia práctica» que supone el acuerdo entre Italia y Albania.