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El teniente de alcalde de Urbanismo del Ajuntament de Palma, Carlos Ripoll, advirtió ayer a la Comissió Insular d'Urbanisme que la ciudad perderá una oportunidad histórica si no se aprueba el Plan General de Palma. Ripoll se refería de manera concreta el derribo de las viviendas militares sobre la Murada, que la ponencia técnica de Urbanisme puso en cuestión debido a la alta densidad de la urbanización del Cuartel de Artillería.

Sin embargo, desde el Consell Insular se intentará alcanzar alguna solución que permita el derribo y no genere estas densidades. Finalmente, la Comissió Insular d'Urbanisme, que se prolongó durante nueve horas, no tomó ninguna decisión sobre el PGOU y decidió posponer el acuerdo definitivo a una próxima reunión que mantendrá el día 18 de este mes.

En cualquier caso, lo que sí quedó ayer de manifiesto es la voluntad de que ambas instituciones lleguen a un acuerdo. Por parte del Ajuntament, el teniente de alcalde de Urbanisme aceptó rectificar parte de las deficiencias expuestas por los técnicos del Consell. También los miembros de la institución insular demostraron una clara voluntad de acercamiento, al relajar parte de las posturas en contra de la aprobación.