El presidente de la EMT, Sebastià Barceló, volvió a ser interrogado
ayer en el pleno sobre si la tarjeta ciudadana posibilitará la
realización de transbordos gratuitos entre sus líneas. Barceló se
negó a aceptar la propuesta socialista, que calificó de
«oportunista», pero aclaró que «sí habrá transbordos, pero se está
estudiando la forma y es el consejo de administración de la EMT el
que tratará la cuestión, pues evidentemente representarán una merma
de ingresos que de alguna forma deben compensarse o cubrirse».
La sesión plenaria contó con la presencia de numerosos
colectivos ciudadanos que acudieron para dejar patente su oposición
a proyectos concretos.
Así, por ejemplo, asistieron los vecinos del Rafal-Vivero que se
oponen a la construcción de un edificio de seis plantas entre las
calles Baladre y Taronger. El equipo de Gobierno decidió aprobar
-pese a los problemas planteados por el concejal de Urbanismo- la
propuesta socialista de realización de un informe de detalle
técnico-jurídico que determine si el estudio de detalle realizado
para este proyecto cumple o no las condiciones exigidas por las
normas urbanísticas del PGOU de 1985 para su aprobación.
Otros que acudieron al pleno fueron los vecinos de la zona de
Foners, que reclamaron el cambio de nombre del nuevo parque Gabriel
Alzamora, por el de Ses Veles.
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