Desde el martes a mediodía, que habían abandonado Puerto Portals, no teníamos noticias de ellos. Sólo sabíamos que se habían embarcado en el Chamar y que éste había tomado rumbo de la Serra Nord, aunque como dio un par de bandazos, pensamos que posiblemente podría haber regresado a Eivissa, que es de donde vino a Palma, el domingo pasado.
Pues no. Se fue hacia la Serra de Tramuntana, pues frente a esa costa descubrimos el barcazo del multimillonario canadiense, amigo de Mari Carmen y Federicci. Y... ¡pues qué bien viven los ricos! Y lo decimos sin envidia y sin resquemor. Porque es la verdad, ¡qué bien viven! Todo el día para ellos, con la preocupación de no saber qué hacer, y lo peor, no saber qué hacer al día siguiente, por lo que sigue haciendo lo que estás haciendo hoy, o sea, nada. O bueno, sí, tomar el sol, bañarse, charlar y pedir de vez en cuando una copa al mayordomo o a la doncella, para volver a tomar el sol, o bañarse.
Aunque bella, está algo entradita en carnes, a no ser que la postura la traicione. Pero qué más le da. La gente no la ve como la vemos nosotros, o ahora ustedes, sino que la ve guapa, como es, y sin pliegues. En cuanto a él, mantiene la forma y la figura. Está cachas el hombre, se ve que la vida en el campo y el ejercicio le sienta muy bien. Y por lo que respecta a Cintya, pues ustedes mismos. Preciosa. Y pese a su corta edad, 14 años, esbelta, o sea, como diría un pijo, súper y glamourosa.
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