Amaro Gómez-Pablos, en su prolífica vida profesional, había
estado muy vinculado a las empresas periodísticas del conde de
Godó, ejerciendo de corresponsal de «La Vanguardia» en Madrid en
los años 70 y 80 y había trabajado como enviado especial de «La
Gaceta Ilustrada» en Àfrica, América y Oceanía. También fundó la
revista «La Espátula».
Casado en segundas nupcias con la periodista, también fallecida,
Pilar Trenas, tenía cuatro hijos, uno de los cuales es
periodista.
Amaro Gómez-Pablos entabló una especial amistad con el cardenal
Tarancón y frecuentó los ambientes del conde de Barcelona y de Don
Juan Carlos en sus tiempos de príncipe.
Para Amaro, escribir era su vida, y aunque en las últimos
semanas su salud se había deteriorado, nunca faltó a su cita con
los lectores. En la actualidad se encontraba muy ilusionado con la
exposición pictórica que, precisamente ayer, inauguró su hermana
Mercedes en Toledo.
Educado en un ambiente castrense, su padre, el coronel Gómez
Pablos, fue jefe de la base aérea y del aeropuerto de Palma, y su
abuelo, el conde de Lavern, le había servido de base en una de sus
obras literarias, titulada «El Coronel».
Los restos mortales de Amaro serán enterrados en el panteón
familiar de El Masnou (Barcelona). Ultima Hora
desea testimoniar su más sincera condolencia a sus hijos, a su
madre, Lucia Maristany, y a sus hermanas Mercedes y Katia.
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