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«El secreto profesional de un abogado es sagrado y hasta tal punto que si lo desvelamos cometemos un delito. Por tanto, no es una norma deontológica sino un deber castigado por los ordenamientos penales. Jamás podremos desvelarlo», dijo ayer en Palma el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Eugenio Gay Montalvo.

Poco antes de dictar la lección inaugural de la Fundación Escuela de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados de Balears, acto que presidieron el presidente del Govern, Francesc Antich, y el decano de lo letrados de las Islas, Lorenzo Ros, el presidente de los abogados comentó los últimos acontecimientos judiciales.

Con respecto a la sentencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en la que inhabilitó al juez Javier Gómez de Liaño por la instrucciçon que realizó en el «caso Sogecable», afirmó: «No acostumbro a comentar las sentencias, sino a acatarlas. Por lo tanto, en ese sentido debemos ser muy escrupulosos y me parece magnífica la resolución del Consejo General del Poder Judicial advirtiendo sobre el riesgo de hacer interpretaciones que vayan más allá de los límites tolerables en materia de resoluciones judiciales».

«Estas resoluciones "precisó" pueden ser todas recurridas y los ciudadanos podemos decir nuestra opinión a través de esos recursos. Por ello, creo que el señor Gómez de Liaño ha de ejercitar todos los derechos que crea que le correspondan. Pero los que intervenimos de una manera u otra en la Administración de Justicia debemos respetar y acatar las sentencias judiciales».

En ese sentido, calificó de «normal» que un juez pueda ser juzgado por otros jueces. «Entra dentro de la normalidad, porque la Justicia es uno de los poderes independientes del Estado y es bueno que funcione, incluso, contra los propios miembros del Poder Judicial», afirmó.