Un joven arquitecto gana el premio para la reforma de la sede del Colegio de Arquitectos

Bajo el lema «Atalaya», este es el primer proyecto arquitectónico presentado por Jesús García Herrero, que acabó la carrera universitaria el año pasado.

El joven arquitecto madrileño dice que el jurado «no tuvo en cuenta que presentáramos una idea genial o innovadora», sino que en una conversación que tuve con el arquitecto Andrés Perea, un miembro del jurado, éste le manifestó que lo que más había gustado del proyecto es «la capacidad para entender el edificio y lo que había en él», señaló.

«No nos pareció adecuado innovar por innovar, sino que en nuestra propuesto hemos tratado de mostrar muchas cosas ocultas, como las antiguas caballerizas, situadas en la parte baja, o los arcos, que se hallan cortados por paneles, por ejemplo», explica Jesús García. En opinión del ganador del concurso, «partimos de un edificio clásico, que tiene un zócalo, una planta baja y un remate y asignamos al zócalo los usos públicos, por lo que ubicamos en él la biblioteca, la tienda, la sala de exposiciones y el salón de actos, y esta zona la abrimos a la ciudad; la planta noble sería la zona de visados y, por lo tanto, de mayor actividad colegial, y de ahí hacia la parte superior del edificio se encontrarían las dependencias de usos colegiales».